California ganaría en lo económico con reforma

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Un análisis reveló que California sería el estado más beneficiado con la iniciativa migratoria, ya que ahí reside una buena parte de los indocumentados que pagan impuestos y compran vivienda [gallery link="file" columns="4" ids="29907,29908,29909,29911"] El estado de California, con uno de cada cuatro indocumentados en Estados Unidos, tiene más en juego que cualquier otra entidad en la reforma migratoria, de acuerdo con un análisis de la Universidad del Sur de California (USC). La investigación concluyó que California se beneficiará también más que cualquier otro estado a largo plazo con la reforma, si invierte y educa a dos millones 600 mil indocumentados que ahora viven en la entidad. De acuerdo con la USC, los indocumentados radicados en California han echado más raíces en promedio que los restantes millones de inmigrantes sin documentos en Estados Unidos. Casi la mitad, 49 por ciento, de los indocumentados en California ha vivido en el estado por lo menos una década y 17 por ciento de ellos hace pagos o ha comprado vivienda propia. El 13 por ciento de la población infantil de California tiene por lo menos un padre indocumentado, lo que limita la atención que pudiera recibir por parte de instituciones públicas. La edad promedio de los indocumentados en California es de 31 años, mientras que el promedio de edad en California, con una de las comunidades infantiles más numerosas es de 33.3 años. Sin embargo por su condición migratoria, un trabajador indocumentado o inautorizado gana en promedio 30 mil dólares anuales menos que un empleado residente legal o ciudadano estadunidense en el mismo puesto. El 85 por ciento de los indocumentados en California son latinos, en su mayoría de origen mexicano, y les siguen en número los centroamericanos, aunque ninguna institución tiene cifras precisas sobre ambas comunidades.   Mayor seguridad La propuesta de reforma migratoria elaborada por ocho senadores demócratas y republicanos “mejorará la seguridad” en Estados Unidos, aseguró ayer la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano. “Podemos aceptar los principios de esa propuesta (…) desde mi punto de vista, mejora la seguridad”, afirmó durante la 43 Conferencia de las Américas que se celebra en el Departamento de Estado en Washington, y en la que se debaten tanto temas de interés para la región como políticas domésticas estadunidenses que puedan tener un impacto en la misma. Napolitano explicó que la propuesta de ley, que esta semana empieza en firme su largo proceso legislativo, tiene varias cláusulas que permitirán una mejora de las condiciones de seguridad. Destacó en este sentido el programa electrónico E-Verify, que verifica que los empresarios no emplean a trabajadores indocumentados. Algo fundamental, afirmó la secretaria de Seguridad Nacional, ya que “uno de los mayores inductores de la migración ilegal son los empleadores que emplean a los trabajadores ilegales”, recordó. Por su parte, el senador republicano por Texas, Ted Cruz, presentó una enmienda en el nuevo proyecto de ley de inmigración que eliminaría el camino hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes ilegales que ya están aquí. Cruz pide “reforzar las medidas de seguridad fronteriza; reformar el programa de trabajadores altamente cualificados, modernizar, simplificar y ampliar la inmigración legal, de acuerdo con el sitio U.S. News & World Report.   Lo bueno y lo malo de las enmiendas El debate y la calificación del proyecto bipartidista de reforma migratoria S. 744 comienza hoy en el Comité Judicial del Senado y ya se han presentado más de 300 enmiendas, algunas de quienes apoyan el plan, y en su mayoría de republicanos que se oponen a la reforma migratoria. Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice dijo que “las enmiendas representan la más reciente evidencia de la estrategia de los opositores de la reforma: retrasar el proceso con la esperanza de descarrilarlo e inyectar cláusulas venenosas que destruyan el delicado balance logrado en el acuerdo del bipartidista Grupo de los Ocho”. La enmienda del senador republicano de Texas, Ted Cruz, para deshacer la vía a la ciudadanía, que es el corazón del proyecto bipartidista S. 744, prohíbe que cualquier persona que haya estado indocumentada en Estados Unidos pueda obtener la ciudadanía estadunidense. El senador republicano de Texas, John Cornyn, propuso en su enmienda “militarizar aún más la frontera sur e imponer requisitos de seguridad fronteriza irrazonables como condición para la vía a la ciudadanía que afectan todos los inmigrantes, incluyendo a los soñadores. También le otorga a la gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, un rol en la política migratoria federal…” La enmienda del senador republicano de Utah, Mike Lee, que permitiría que personas ofrezcan empleo a inmigrantes indocumentados, pero únicamente en calidad de empleados domésticos, como jardineros, amas de llaves y choferes. Exigir a las personas en estatus de Inmigrante Provisional Registrado (RPI, por sus siglas en inglés) someter una prueba de ADN al Departamento de Justicia para comparar los resultados con los bancos de datos del FBI, es el contenido de la enmienda del senador republicano de Utah, Orrin Hatch. Claros Intentos de Descarrilar la Reforma –enmiendas propuestas los senadores Jeff Sessions y Chuck Grassley, de Alabama y Iowa, respectivamente. Entre ambos han propuesto un total de 126 enmiendas (77 por Grassley y 49 por Sessions). Éstas incluyen 59 enmiendas que limitan u obstaculizan la vía hacia la ciudadanía que de todos modos no apoyan. En contraparte, la enmienda del senador demócrata de Connecticut, Richard Blumenthal, permitiría que los Dreamers de edad escolar puedan obtener la tarjeta verde en un plazo de cinco años, en lugar de penalizar a niños por no tener aún su diploma de escuela secundaria, una de las cláusulas del proyecto actual. La senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, propone en su enmienda permitir a los inmigrantes que entraron al país antes de la fecha en que se promulgue la potencial ley de reforma migratoria, la posibilidad de una vía a la ciudadanía logrando que un mayor número de familias permanezcan unidas y evitando que se repita uno de los errores más grandes de la reforma migratoria de 1986. La enmienda del presidente del Comité Judicial del Senado, Patrick Leahy, de Vermont, es para conceder el mismo trato migratorio a todas las familias, incluyendo aquellas compuestas por parejas del mismo sexo. El senador Blumenthal propone en su enmienda que los Dreamers tengan acceso directo a la ciudadanía a través del servicio militar.   Abogan por los deportados La reforma migratoria que discute el Senado no sólo abriría un camino para que inmigrantes indocumentados legalicen su situación en Estados Unidos, sino para permitir el regreso al país de millones de personas que fueron deportadas. De acuerdo con una nota publicada ayer en la página electrónica del diario The New York Times, un grupo de senadores demócratas defiende la disposición como “un paso importante para corregir un mal”. Sin embargo, este fragmento de la reforma propuesta se ha convertido en uno de “los más disputados elementos: una necesidad humanitaria para algunos y para otros, una desvergonzada recompensa para quienes violaron la ley”. De ser aprobada tal como está, la reforma le daría la oportunidad a millones de personas deportadas de volver a Estados Unidos, siempre y cuando no hubieran cometido un delito grave, y tuvieran un hijo, cónyuge o familiar radicando legalmente en el país. Asimismo, la reforma propuesta permitiría regresar a las personas deportadas de Estados Unidos y que fueron traídas al país originalmente cuando tenían menos de 16 años.   http://www.excelsior.com.mx/global/2013/05/09/898209?imagen=4#link-content]]>

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