Tu mascota no te lleva a cenar a un lugar romántico y no te compra flores, pero eso no significa que no te ame. El amor se expresa de muchas formas que ellas no pueden replicar, sino solo mover la cola cuando ….
Si al amor le quitamos todas las citas románticas, caminatas en la playa durante el atardecer y todos esos clichés, es como casi todas las emociones humanas, una reacción química. Cuando nos enamoramos nuestro cerebro libera una hormona llamada oxitocina, también conocida como el neuroquímico del amor, y resulta que nuestras mascotas también lo sienten cuando nos ven.
Tu cachorro también se enamora
Paul Zak es un investigador de la Universidad Claremont, y quiso saber si los animales también liberan oxitocina, es decir, si ellos también son capaces de sentir amor hacia otras especies. Para eso viajó a un refugio de animales donde un perro y una cabra se habían vuelto amigos y jugaban con frecuencia.
Para medir cuánta oxitocina liberaba cada animal tomó muestras de sangre antes y después de que los dos amigos jugaran. Así descubrió que el químico había aumentado un 48 por ciento en el cerebro del cachorro.
El amor es química pura
Para saber cómo funciona la liberación de oxitocina, cada vez que estrechamos la mano de una persona el químico aumenta un 10 por ciento en nuestro cerebro y si alguien nos abraza puede llegar a un 100 por ciento.
La oxitocina es considerada una hormona reproductiva. Aumenta considerablemente durante el clímax sexual, estableciendo lazos de largo plazo en la pareja.
Tú podrías ser el amor de su vida
El perro veía a la cabra como nosotras vemos a un buen amigo, pero la cabra aumentó un 210 por ciento su nivel de oxitocina: ella estaba realmente enamorada del perro y, según Zak, la única vez que había visto ese aumento en los humanos fue cuando alguien ve a un ser amado.
Desafortunadamente, la cabra quedó en la friendzone, pero Zak descubrió que si los animales son capaces de sentir ese amor entre ellos, eso significa que nuestras mascotas también se pueden enamorar de nosotras.
