Desde la mano izquierda: Sombras del 10 de mayo

Para este viernes de nueva cuenta se celebra el día de la madre en nuestro país y en una fecha supuestamente muy especial y emotiva las realidades y condiciones de vida de un buen número de ellas amargan el festejo.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de las Mujeres y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de los 48 millones de mujeres de 15 años y más que hay en México, 35.2 millones son madres, de las cuales 52.4 % son casadas, 18.8 % unidas y el resto son viudas, separadas, divorciadas y madres solas.

Ahora bien, entre las problemáticas que enfrentan las mujeres que son madres se encuentran por ejemplo que a mayor número de hijos tienen menos presencia en el mercado laboral, además de que las que si trabajan lo hacen fuera y dentro del hogar, sin ir más lejos en San Luis Potosí se calcula que las mujeres dedican 70 horas en promedio a la semana al trabajo doméstico y extra doméstico en comparación con las 56 horas que los hombres emplean en estas actividades.

Esto significa que al no haber una repartición equitativa de las labores de casa y los cuidados las madres pierden autonomía porque se hacen responsables de manera exacerbada e injusta de sus familias.

Otro gran problema que padecen las madres mexicanas es la violencia, la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 de INEGI indica que el 30.8 % de las madres de 15 años y más declaró haber vivido violencia por parte de su pareja en los últimos doce meses, principalmente de tipo emocional, luego económica, física y sexual.

Esto significa que con excepción de este día, los malos tratos, las palizas, el control de los dineros, las humillaciones, los manoseos y las agresiones sexuales son cotidianas en la vida de estas mujeres, sublimadas por 24 horas y violentadas el resto del año.

En este lado sombrío también se halla que a pesar de que somos un país que engrandece la figura de la madre a niveles novelescos eso no quita que las mujeres tengan riesgo de morir por traer un hijo al mundo. Así se verifica en las cifras de la mortalidad materna conformada por el número de muertes de mujeres durante el embarazo el parto y el puerperio, directamente relacionada a la calidad de la salud materna y al estado de igualdad de un país determinado.

Para México la Organización Mundial de la Salud señala que la razón de mortalidad materna ha decrecido desde 1990 que tuvo 90 decesos de mujeres por cada 100 mil nacidos vivos en comparación con los años recientes como 2015 que tuvo 38 decesos. Aunque la disminución tampoco es consuelo, no podemos olvidar que detrás de la cifra están las historias de mujeres que murieron a causa de afecciones obstétricas indirectas, trastornos hipertensivos, hemorragias, abortos, o por no contar con seguridad social ni asistencia médica de ningún tipo.

Esto significa que muchas mujeres fallecieron por situaciones que pudieron tratarte y prevenirse, pero que la pobreza, la distancia, la impericia o la indiferencia fueron determinantes para que ellas perdieran la vida.

Pongamos un dato más, de acuerdo al Informe “Los Derechos de la Infancia y la Adolescencia en México” publicado por la UNICEF 48.5 % de los embarazos de las adolescentes no fueron deseados o planeados y en los que si se debió a la falta de oportunidades o porque viven en contextos donde la maternidad es el único papel valorado por la mujer. Tal vez debido a ello somos el país con las cifras más altas de adolescentes embarazadas.

Esto significa que en México hay madres que nunca debieron serlo porque todavía no terminaban de crecer cuando parieron a sus hijos. Bajo estas condiciones absolutamente injustas ¿Feliz día de la madre? A más ver.

 

Claudia Almaguer

Twitter: @Almagzur

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