Si los diputados tuviesen altura ética y una moral pública hasta el séptimo cielo, entonces estarían en su justo de derecho de exigir a los demás servidores públicos un comportamiento recto, austero y honesto; pero como no es así, su palabra con aires de doctrina se convierte de sandez, en cinismo, en hipocresía, en burla para la sociedad.
Cada tres años, en la conclusión de las administraciones municipales, se abren de par en par las cajas de Pandora y tarde que temprano, los ciudadanos nos vamos enterando de que los integrantes de tal o cual cabildo aprobaron en beneficio propio bonos de marcha o compensaciones por fin de mandato.
Por lo general, eso lo hacen en sesiones privadas celebradas, además en secreto extremo, pero como nunca falta quien filtre información, al final todos se enteran de quien propuso el bono, quienes votaron a favor y de que cantidad es el cheque. Eso lo han hecho todos los ayuntamientos, ricos, grandes, pequeños, medianos o pobres y endeudados: San Luis Potosí, Cerro de San Pedro, Matehuala, Ciudad Valles y todos los demás.
Son ejemplo de la ratonil clase política potosina que como los roedores, rasca por doquier hasta encontrarse algo para clavar el diente.
Pero eso no es ninguna novedad, sino más bien desgraciada regla en San Luis Potosí, lo que es de sorprender es un diputado de nombre Luis Enrique Acosta Páramo. Pues nada que cínicamente, este señor envió un boletín de prensa, en el cual, exhorta a los presidentes municipales y regidores a no autorizarse bonos de marcha.
Es una joya de la corona de la incongruencia, la simulación, la farsa y la hipocresía.
El comunicado del tal Acosta Páramo es este:
Señaló que es imprescindible que realicen un análisis, principalmente de las deudas ya que sería incongruente que tomen la decisión de asignar recursos extraordinarios al término de la administración municipal, mientras que se registran problemas en el erario.
“Esto es de conciencia, de que analice cada quien cómo está su municipio, todos queremos el lugar donde vivimos y queremos lo mejor y es una forma de demostrar al pueblo que fueron electos de forma responsable”, indicó el legislador.
Destacó la importancia de analizar y ser conscientes de desechar la propuesta de cualquier tipo de bono de marcha o compensaciones irregulares que lleguen a tratarse en las sesiones de los cabildos, ya que de entrada se viven crisis financieras que difícilmente subsanen al salir.
El diputado Acosta Páramo dijo que en caso de avanzar este tipo de compensaciones económicas, ni siquiera existe un monto considerable como para otorgarse entre los integrantes del Cabildo, debido a que los sueldos se adecuan según el crecimiento poblacional del municipio y representaría, en caso de autorizarse, un gasto en perjuicio del municipio.
¡Que tierno el diputado¡ ¡Cuanta razón le asiste a su lógica de austeridad republicana¡ ¡Bravo, bravísimo, bravo por el diputado¡
Ahora, si no es mucho molestar, habría que pedirle al diputado que él y sus compañeros de legislatura rindan cuentas de los más de diecinueve millones de pesos que entregaron en dádivas durante los últimos tres años.
Diecinueve millones de pesos entregados a quienes a ellos les vino en gana, sin comprobación de ninguna índole. Dinero derrochado por legisladores grises y mediocres que intentan comprar voluntades y apoyos políticos para sus franquicias electorales.
También, dónde están los casi 24 millones de pesos para comprar a periodistas y medios de comunicación para que digan lo que los diputados quien que se diga. Ocho millones de pesos anuales en contratos de publicidad a medios de comunicación y pese a eso, la legislatura cierra dando lástima y con la opinión de la gente en su contra.
Muy buenos para dar consejos, pero socarrones para hacer lo que se les antoje con los recursos públicos.
Moraleja señor Acosta y los demás del Congreso: para dar consejos y hacer críticas, primero hay que tener la cola corta.
Fuente: Caja Negra
