Él es el hombre que doblegó al gobernador priista y empoderó a la CNTE

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Erangelio Mendoza consiguió quizá el mayor logro para el sindicato en Oaxaca: la firma del gobernador Heladio Ramírez en un documento que permitía a la disidencia magisterial ser parte de la administración del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca.

Erangelio Mendoza, de 76 años, es originario de Santa María Jalapa Marqués, una comunidad al sureste de Oaxaca. De maestro rural pasó a la dirección de una escuela, luego a la supervisión y llegó a ser secretario general de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). En el puesto de más alta jerarquía sindical, en 1992, consiguió quizá el mayor logro para el sindicato en Oaxaca: la firma del gobernador Heladio Ramírez en un documento que permitía a la disidencia magisterial ser parte de la administración del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO). Así se convirtió en juez y parte del aparato laboral estatal.

El 20 de agosto pasado, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, desapareció ese acuerdo con otro decreto y puso fin a 23 años de control de la cúpula sindicalsobre la asignación de plazas y aprobación de trámites, gracias a que sus agremiados ocupaban cargos de dirección.

El mayor logro de la administración de Erangelio parece haber terminado, pero no su labor. Él, como otros ex líderes sindicales, operan día y noche al interior de la sección 22. Encabeza reuniones, participa en brigadeos y analiza los escenarios y las acciones para evitar que la CNTE ceda el terreno ganado en las últimas dos décadas.

Las ocupaciones de la última semana le impedían atender entrevistas, pero la noche del 28 de agosto llega puntualmente al café en la calle López y Armenta de la ciudad de Oaxaca, a unos pasos del edificio sindical de la sección 22. Lleva una camisa sencilla y perfectamente blanca. Su tez morena contrasta con el pelo cano y saluda con un apretón de manos.

Durante la plática, sonríe cuando narra cómo dobló al gobernador priísta Heladio Ramírez en 1992, cuando Carlos Salinas de Gortari lanzó su Acuerdo por la Calidad Educativa, conocido como “descentralización”, porque cada estado negociaría con su magisterio y no con una organización nacional, lo que –supuestamente- fragmentaría el poder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

La Coordinadora rechazaba este decreto y lo demostró. “Fue la época de oro de la resistencia”, cuando los maestros tenían tal cohesión, disciplina y capacidad de organización que podían bloquear el aeropuerto, carreteras y participar en marchas con apenas unas horas de anticipación “y sin redes sociales”, dice una integrante de la Comisión Política de la CNTE que entones era maestra de base y prefiere omitir su nombre.

En 1992, Erangelio tenía 53 años y estaba por concluir su periodo al frente de la CNTE. “Era un líder innato, carismático”, afirma un dirigente de la sección. Frente a cientos de maestros “daba discursos apasionados durante las asambleas”. Casi a todos los que se les pregunta, reconocen que tenía y tiene un carácter decidido.

Así se fraguó el histórico acuerdo de 1992

La CNTE nació en Chiapas en 1979 para “democratizar” al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), dirigido entonces por Carlos Jonguitud. Oaxaca fue la segunda entidad en adherirse a la Coordinadora, pero sin renunciar al sindicato. En 1980, logró arrancarle un aumento salarial de 22% al secretario de Educación, Francisco Gutiérrez Barrios y en la siguiente década, su fuerza creció gracias a la capacidad de movilización y negociación con la cúpula política.

En 1992, los maestros de Oaxaca, encabezados por Erangelio Mendoza, rechazaban el Acuerdo por la Modernización y pusieron en jaque al gobernador Heladio Ramírez con movilizaciones multitudinarias.

Finalmente, el 17 de mayo, dos días antes de que Salinas de Gortari firmara en Los Pinos el decreto educativo, el gobernador Ramírez y el secretario de Educación, Ernesto Zedillo, se reunieron con Erangelio Mendoza en Guelatao. Ahí, el funcionario federal se disculpaba con el disidente magisterial por la ausencia de la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo.

Mendoza recuerda perfectamente esa escena. A Zedillo le dijo: “si es usted recadero, dígale a la maestra que cuando venga a Oaxaca la vamos a recibir como se merece”. Y suelta una sonrisa cuando se le cuestiona por el tono hacia el secretario de Estado.

Entonces, “Heladio nos entregó el IEEPO”. Gracias a “la consolidación del movimiento, el gobernador fue visionario y analizó el proceso”, sabía que esa era la mejor salida al conflicto, asegura el profesor.

A diferencia del exgobernador, Gabino Cué no dimensiona lo que puede ocurrir en el estado. “Lo invitamos a reflexionar”, dice Mendoza, porque la CNTE nació sin IEEPO y este golpe solo provocará “más unidad y organización”. El movimiento magisterial, dice, resurgirá con más fuerza en las comunidades, donde tienen influencia directa.

Erangelio no le teme a la confrontación directa con el gobierno en turno. Durante el movimiento magisterial de 2006 que dio origen a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), fue detenido minutos después de salir de su casa, en el municipio de San Martín Mexicapan, acusado de encabezar desmanes durante una de las marchas.

Su esposa Elvia Silva no supo de él durante 72 horas, hasta que recibió la llamada de Erangelio: “No le digas a nadie dónde estoy. Estoy bien, tráeme ropa limpia”. Estaba en el penal Cuicatlán y para evitar protestas de maestros en el lugar, ella siguió la instrucción. En los siguientes tres meses lo visitó todos los días, sin importar que hiciera casi tres horas de camino.

Elvia recuerda muy bien el día en que su esposo salió de la cárcel. El 29 de octubre de 2006, después de esperar durante horas el pase de salida, cuando Erangelio cruzaba la aduana, decenas de policías con la cara cubierta y las armas apuntando al cielo, fue detenido nuevamente. Lo separaron de su lado y cuando intentó acercársele de nuevo, otro policía le puso el arma enfrente. “No puede pasar. Esto no es contra usted”, le dijo.

Lo trasladaron a la Ciudad de México, donde el Secretario de Gobernación, Carlos Abascal, ofrecía una conferencia de prensa para informar la liberación del líder magisterial. “Los reporteros me preguntaban sobre la ‘bondad’ del secretario para dejarme libre. Yo les dije que el movimiento seguía, conmigo o sin mí. El movimiento estaba fuerte”.

¿Acabaron con la la CNTE?

 Eralgio, como otros líderes de la CNTE tratan de minimizar el golpe asestado a la disidencia magisterial con el decreto que los deja fuera del IEEPO porque el movimiento ha sobrevivido en los 30 años de historia y “la lucha apenas empieza”.

Asegura que se trata de una “traición” por parte del gobernador porque “él se debe al pueblo”. Aunque reconoce “errores” cometidos por la Coordinadora, asegura que la “corrupción (al interior del Instituto) es del sistema” y el cambio administrativo no acabará con la organización de un ejército de 81 mil profesores distribuidos en todo el estado.

Aunque siempre ha habido corrientes al interior de la CNTE, en los últimos años, las diferencias son tan marcadas que, como en este caso, los profesores ni siquiera pueden dar entrevistas, por lo que piden que su nombre no sea publicado para evitarse problemas con sus grupos contrarios. 

Antes, el secretario general era un factor clave para evitar que las divisiones minaran la organización y ahora, con una dirigencia desgastada y cuestionada desde sus bases, las voces de hombres como Erangelio, experimentados en la negociación política no solo se escucha, sino que se pone en práctica, sobre todo en momentos de crisis cuando el movimiento que parece debilitado.

 

Fuente: Animal Político.

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