
En la víspera de la implementación del «semáforo rojo» de la Secretaría de Salud, sólo algunos comerciantes no acudieron a vender en el tianguis dominical de la avenida Hernán Cortés que, sin medidas reales de distanciamiento, atrajo a miles de potosinos.
Una situación similar se registró en el área del Centro de Abastos y en el mercado sobre ruedas que se instala en el camellón central de la avenida Ricardo B. Anaya.
Si bien, en Las Vías aparecieron comerciantes con mercancías esenciales, también llegaron vendedores de productos variados, entre los que se encontraban productos no ligados a necesidades básicas tales como vestido y alimentación.
El tianguis dominical de «Las Vías» fue descansado por alrededor de 8 semanas. Las organizaciones de comerciantes llegaron al acuerdo de suspender las actividades con miras a tratar de frenar los contagios.
Posteriormente, y por una inadecuada difusión a partir de la conclusión del programa de Sana Distancia, la ciudadanía pensó que podía regresar a las calles y a sus actividades normales.
Ni en el Centro de Abastos, ni en el tianguis del camellón central de la avenida Ricardo B. Anaya, hubo autoridad que pusiera orden y los visitantes hacen su voluntad.
Durante semanas, comerciantes establecidos de giros esenciales en los alrededores del Rastro Municipal de la capital, denunciaron la pérdida total del control del flujo de clientes y comerciantes de giros no esenciales al camellón central de la avenida Ricardo B. Anaya.
A lo largo del confinamiento, autoridades se han señalado unas a otras como responsables de controlar la situación, pero nadie lo ha hecho.
Ayer aparecieron decenas de comerciantes de ropa usada, fonogramas y otras mercancías de uso no esencial en puestos del mercado.
PULSO
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