Un documento enviado en el 2009, desde la embajada de Estados Unidos en México hacia todos los consulados del país, junto con la CIA, y dependencias federales norteamericanas, afirma que se presentó un incremento de atentados y amenazas en contra del personal diplomático y de inteligencia de Estados Unidos que trabajaba en México.
“A pesar de que los cárteles no han atacado directamente a representantes del gobierno de EU, se han dirigido en contra de sus socios más confiables dentro de las agencias de seguridad mexicanas”, señala el cable extraído de los archivos revelados por WikiLeaks
El documento deja entrever la amplia colaboración de ciudadanos mexicanos trabajando como agentes de inteligencia para Estados Unidos.
“Más de 60 de nuestros mejores oficies de seguridad mexicanos, en quienes hemos depositado nuestra confianza y con quienes hemos colaborado en investigaciones sensibles, compartido información y en muchas ocasiones, hemos entrenado, han sido asesinados por cárteles”.
Diez oficiales mexicanos cercanos a la DEA y miembros de unidades especiales de investigación e inteligencia estadounidenses fueron asesinados desde el 2007, señala el documento. Además, en los dos años previos, 51 “contactos cercanos al FBI” también perecieron.
“La amenaza es muy real”, concluye la fuente.
Jennifer’ pone dedo
En otro archivo, clasificado con el número 09MEXICO133_a, del año 2009, se reporta la detención del mayor Arturo González Rodríguez, encargado de la seguridad del expresidente Felipe Calderón, por cargos de colaboración y de filtración de información al cártel de los Beltrán Leyva, a cambio de 100 mil dólares al mes.
El cable menciona la información proporcionada por el testigo protegido de la PGR, un antiguo miembro del mismo cártel, quien usó el pseudónimo de “Jennifer” y acusó a González Rodríguez de pasar información relacionada con las actividades y agenda de Calderón.
González Rodríguez fue detenido y sentenciado en el 2009 por cargos de filtración de inteligencia militar y armas a diversos cárteles, entre ellos los Zetas.
Y en otra parte del mismo documento se cita un intercambio de información entre el Estado Mayor Presidencial y una fuente anónima en relación a amenazas y posibles atentados en contra de la vida del entonces mandatario, Felipe Calderón.
“Una cita revela que el expediente médico de Calderón fue filtrado a grupos del crimen organizado por un corrupto miembro de su círculo cercano”.
De acuerdo con la información, el gobierno de México habría tratado de minimizar la gravedad del asunto, pero los representantes de Estados Unidos calificaron el caso era un “doble golpe” para México y una muestra más de a capacidad del crimen organizado de “traspasar” la seguridad del estado mexicano.
