La crisis penitenciaria como reflejo de la crisis política

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El megalómano emperador Calígula es recordado por cometer muchas locuras, entre ellas haber nombrado a su Caballo Cónsul de Roma, varios siglos después, algunos de nuestros gobernantes insisten en nombrar funcionarios a sus mascotas…
 
Dicen los que saben, que lo que ocurre al interior de un centro de reclusión siempre es el reflejo de lo que pasa afuera; esta regla quedó más que manifiesta en días pasados con lo ocurrido en el tristemente célebre penal de la pila, una verdadera masacre. Para comprobar lo exacto de esta regla, analicemos los datos que la propia autoridad (a medias) ha dado; un grupo de reos, quienes controlaban en lo absoluto el penal, infringían terror en el resto de la población penitenciaria y a sus familias, dándose incluso casos de secuestro en el interior del centro penitenciario, casos cotidianos de extorsión, cobro de cuotas por recibir visitas, por usar las regaderas, por un espacio en los dormitorios, vaya hasta por usar los baños.
 
Un grupo antagónico de reclusos atosigado por los primeros, las instalaciones de seguridad individual a reventar de reos cuyas vidas corrían peligro serio, tanto así, que se echó mano de instalaciones de transito, como los famosos túneles para alojar a los internos, puros “mejoralitos” y la tendencia constante a esconder la basura bajo la alfombra. Tanto así, que al último motín que se presentó antes de la masacre que duró más de 15 horas se le llamó “conato de intento de riña” (sic)…
Ante esta situación, llena de denuncias y de gritos de auxilio de familiares de internos quienes tenían que ir a empeñar hasta la plancha para que no los torturaran o los “suicidaran”, una autoridad ausente, incluso también, atemorizada y maniatada por la amenaza de los reos y secuestrada por sus propios miedos y su demostrada abulia e incapacidad especialista en hacer como que no pasa nada. Cuando esa bomba de presión, calentada a fuego lento durante años, estalló, un ejército de policías entró al penal a tratar de rescatar a balazos y a garrotazos, lo que la abulia y una política de prevención inexistente no pudieron evitar perder.

 

¿Verdad que la regla no falla?, todo es reflejo de lo que pasa afuera; una ciudadanía secuestrada y atemorizada, en medio de una lucha encarnizada entre grupos antagónicos por el control de la plaza, una autoridad reactiva que se aparece a levantar muertos y heridos tratando de arreglar todo a balazos cada día con mas y mas sangre. Una autoridad ausente, aferrada a no escuchar razones viendo enemigos acérrimos detrás de cada crítica y que insiste en no desarrollar planes de prevención, de educación y de acceso al empleo digno, que tolera y esconde las constantes violaciones a los derechos humanos, que invierte todo su tiempo en justificar sus carencias por la realidad nacional y por las carencias dejadas por administraciones anteriores, en perseguir a sus detractores, a sus críticos y a los propios amigos, quienes aún creen en ellos y que se han atrevido a sugerirles más venturosos caminos y estrategias.
 
Hoy los potosinos hacemos votos por dejar de estar en esta situación tan agobiante, por poder salir todos los días a trabajar honestamente sin el temor de quedar entre los fuegos cruzados de los delincuentes, sin el terror de ser víctimas de las violaciones a la ley y de los atropellos de las autoridades policiacas, sin el miedo de expresar lo que sentimos y de exigir el San Luis que queremos a quienes pagamos sumas exorbitantes, viajes a Japón, helicópteros e innumerables canonjías para servirnos, para gobernar.
 

Y gobernar, que quede claro, no significa repartir bolsitas de dulces el día del niño, ni licuadoras el día de las madres; no significa vender pescado en cuaresma ni tomarse fotos repartiendo cobijas. Significa, ser verdaderos representantes del pueblo, creando leyes que contengan, expresen y protejan la verdadera voluntad popular y no los intereses mezquinos de unos cuantos.
Significa Ejecutar la voluntad del pueblo aplicando las leyes que el propio pueblo ha creado a través de sus representantes; no violándola so pretexto de hacerla cumplir, no retorciéndola o incluso reformándola a capricho.
 
Ojalá que se tomen las medidas necesarias para evitar más eventos de este tipo, que se administre justicia de acuerdo a la ley y no solo a balazos, ojalá pronto los potosinos podamos dejar de vivir en esta incertidumbre jurídica y material. Hago votos por que se dignifique la política y dejemos atrás la caricatura que de ella hacen sus malos exponentes, que por fin nuestros gobernantes se hagan rodear de funcionarios más capaces que sepan, al menos, contar del uno al veinte, perdón, al trece…

 

León Felipe Cantú.
Twitter: @leon77cantu

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