La golpeó, la estranguló y aventó por la ventana porque ‘se le pasó la mano’

Ivette Medina Ramos tenía 19 años de edad, era una joven madre de un pequeño de 3 años, estaba casada con José Camilo de 25 años, ambos originarios de Veracruz.

La familia decidió irse a vivir al municipio de García, Nuevo León para encontrar mejor vida pero Camilo se encargó de hacer lo contrario.

El domingo 11 de agosto, Camilo e Ivette discutieron, era muy celoso y  enloquecía imaginándose cosas. Ivette ya no lo toleró mas y decidió abandonarlo pues cada día era más agresivo y tenía miedo de que la fuera a lastimar, así que dejó sus cosas tomó a su hijo y se fue.

Dos días después el martes 13 de agosto un tío de Camilo contactó a la joven, le pidió que fuera a recoger sus cosas, pero ello no quería porque tenía miedo de que su esposo le hiciera daño, pero el tío de Camilo le mintió, le dijo que este ya se había ido a Veracruz.  Para corroborar la información Ivette le marcó a su suegra y ella le aseguró que lo que el tío decía era verdad. Le dijo que Camilo ya estaba con ellos en Veracruz.

Ella confió en esas dos personas, así que fue a su departamento ubicado en la calle Santa Lucía #329 segunda planta del fraccionamiento Santa Sofía en dicho municipio, pero al entrar se llevó una sorpresa. Camilo estaba adentro.

Comenzó a insultarla y a golpearla, luego la estranguló, pero hizo algo peor la lanzó por la ventana, y el se dio a la fuga, no sin antes escribir una carta y fingir el suicidio de Ivette.

Luego de salir del  departamento donde había matado a su esposa, salió en busca de un amigo a quien le contó todo lo que había hecho, este fingió ayudarlo, pero en realidad lo entregó a las autoridades. Le dijo que lo llevaría a recoger el dinero que su familia le depositaría para que huyera, pero lo entregó.

Ante la policía, José Camilo dijo que su esposa le pidió que fuera a una tienda y al volver, su esposa se había suicidado con una soga desde el segundo piso y él al cortar la misma, dejó caer a su esposa.

Esta declaración no coincidió con la escena descubierta por los agentes ministeriales en la vivienda, por lo que fue detenido el 15 de agosto y es investigado como principal sospechoso de la muerte de Ivette.

La familia de Ivette exige que se detengan a los dos cómplices que le ayudaron a engañarla y ponerla en manos de quien juro amarla y la asesinó.

Camilo quería hacer pasar este crimen como un suicidio había una carta póstuma pero era la letra de él, no de ella. La cual decía que se había quitado la vida porque tenía un nuevo amor y que sería una vergüenza para la familia.

Existe una grabación dónde él declara con detalle lo que le hizo a Ivette y quienes le ayudaron a lograr consumar el asesinato de su esposa, muy cínicamente dice que se le pasó la mano al golpearla y por eso pretendía hacer creer a su familia y a las autoridades que Ivette se había suicidado.

Letra Roja

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