La guerra del acero

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La Secretaría de Economía de México decidió ayer imponer cuotas compensatorias provisionales a la importación de rollos de acero laminados provenientes de China, Francia y Alemania.

La sanción elevará el costo de la importación de este producto y tiene como intención proteger a la industria nacional acerera que se ha visto presionada en los últimos meses por los bajos precios del material.

Sin embargo, productores extranjeros afirman que el bajo precio se debe a que el mercado está inundado de acero y la demanda ha caído con motivo de la desaceleración económica que experimenta la comunidad  global.

Mientras tanto, las autoridades mexicanas buscan condenar a estos países por prácticas desleales e imponer mayores medidas compensatorias.

Quejas de competencia desleal

El año pasado, la Secretaría de Economía de México inició una investigación antidumping sobre las importaciones de rollos de acero laminados en caliente provenientes de China, Alemania y Francia, a petición de las empresas Ternium y Altos Hornos de México (AHMSA).

Aunque la averiguación se encuentra todavía en proceso, las autoridades impusieron cuotas compensatorias provisionales a la importación de acero de estos países. Para el acero que proviene de China se aplicará una cuota de 72.16 por ciento para los productos de la empresa Tangshan y 78.96 por ciento para el resto.

De manera similar, las importaciones alemanas de ArcelorMittal Bremen tendrán una cuota de 25.43 por ciento y el resto de 36.08 por ciento, mientras que las cuotas francesas varían entre el 12.42 y 14.12 por ciento.

Las cuotas se comenzarán a aplicar a partir de hoy y las partes interesadas tendrán un plazo de 20 días hábiles para presentar pruebas al proceso que consideren pertinentes.

Las empresas nacionales afirman que durante el 2012 y 2013 el precio promedio de las importaciones de estos países fue entre 5 y 7 por ciento menor al precio de venta del acero nacional.

Además, durante esos años se registró un incremento en 737 por ciento de las importaciones de acero de los tres países en cuestión hacia México, lo que significó una importante pérdida de participación de mercado para las empresas nacionales.

La investigación del Gobierno pretende demostrar que este fenómeno fue posible gracias prácticas desleales que disminuyeron de manera artificial los precios en estos países.

Empresas nacionales presionadas

México está perdiendo terreno frente a China tanto en el mercado nacional como en el global.

De acuerdo a cifras del Departamento de Comercio de Estados Unidos, las importaciones de acero de China en ese país representan el doble que las de México.

En los últimos doce meses, la venta de acero chino a Estados Unidos creció 35.5 por ciento, contrastando con la baja de 32.4 por ciento de la venta de acero mexicano durante el mismo periodo.

Asimismo, el mercado mexicano también está siendo inundado por acero chino. La Secretaría de Economía detalla que las importaciones acereras de China crecieron 128.2 por ciento en el primer trimestre del año, en relación al mismo periodo de 2014.

Además, el precio del acero ha sido arrastrado por la tendencia bajista de las materias primas.

Estos factores están presionando a las empresas productoras de acero en México, orillándolas a desinvertir y ceder aún más ante las crecientes importaciones.

En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, AHMSA indicó que planea reducir su producción en 20 por ciento, recortar gradualmente un quinto de su planta laboral (4500 empleos) y poner en pausa inversiones equivalentes a 3.9 mil millones de pesos.

En el mismo sentido, ArcelorMittal, la siderúrgica más grande del mundo, cerró indefinidamente su planta en Lázaro Cárdenas, uno de los puertos comerciales más importantes de México.

De acuerdo al diario El Financiero, la firma aún evalúa la desaceleración de su producción y el cierre de más plantas.

China inunda el mercado

El mercado global de acero está saturado. El precio del bien ha sido severamente castigado por esta coyuntura, perdiendo más de un cuarto de su valor en el último año.

El mundo se acostumbra a “una nueva normalidad” de bajo crecimiento, lo que se ha reflejado en un bajo dinamismo en el sector de la construcción.

Analistas coinciden en que la sobreoferta del mercado se debe al aceleramiento de la producción pese a la debilidad de la demanda.

Ambas tendencias encuentran su epicentro en China, el mayor importador, exportador y productor de acero en el planeta.

El país asiático presentó la tasa de crecimiento anualizado más baja de sus últimos 25 años en el primer trimestre de 2015, traduciéndose en una tendencia negativa en el sector de la construcción y el mercado de bienes raíces.

Ante la debilidad local, la mayor economía de Asia está enviando su exceso de producción al mercado exterior, inundando al mundo de acero chino.

Bloomberg reporta que China registró un máximo de cuatro meses en sus exportaciones de acero el pasado mes de mayo.

Analistas consideran que la demanda del mercado global no luce muy bien, sin embargo el precio del acero aún es atractivo para que las firmas chinas continúen con su ritmo de exportaciones.

La firma Argonaut Securities espera un incremento de 25 por ciento en las exportaciones de China para el 2015. Destaca que algunas empresas ya planean un incremento de 50 por ciento en sus ventas al exterior.

BHP Billiton, empresa líder de producción de mineral de hierro, advirtió recientemente que la tendencia bajista del precio de materias primas llegó para quedarse.

 

Con información de: Reporte Índigo

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