La Pasión detona la fe de católicos

Los corazones se estremecieron, lágrimas de dolor no se hicieron esperar, nudos en la garganta que permitieron que alguno que otro espectador soltara gritos o sollozos en el momento de la crucifixión, donde Jesús representado por Jesús Márquez Cuestas, luego de cargar una cruz de madera de 90 kilos, fue clavado en ella, lo que sin duda revivió la fe y el dolor en miles de asistentes.

El sufrimiento inició poco después de las 3 de la tarde, justo al momento del viacrucis en el cual por dos horas de golpes y humillaciones que le infligieron los soldados romanos, especialmente el centurión Malco, trazaron los minutos más dolorosos para los centenares de espectadores, que sufrieron con cada golpe, con la colocación de la corona de espinas y al momento de clavarlo en la cruz de madera para salvar a la humanidad.

Los actores del Taller Cultural de San Juan de Guadalupe, subieron al tapanco para escenificar la Pasión Viviente, evento principal del Viernes Santo que congrega a millares de fieles para presenciar el juicio y muerte de Jesús.

Los 60 actores hicieron su papel, no les importó el sol calcinante, el tapanco que parecía tener brasas, y transmitieron sentimientos que la gente no soportó porque aparecieron la rabia, el coraje, la impotencia cuando veían el castigo que aplicaban los soldados a Jesús, el juicio injusto y la muerte lenta y dolorosa.

Fue tan real que hubo quien lloró, quien gritó “denle agua”, quien prefirió desviar la vista para no ver la cruda escena, quien quería subirse y evitar los latigazos que abrían la piel de Jesús, pero sobre todo que partían los corazones de los asistentes.

Son 52 años de la Pasión Viviente en San Juan de Guadalupe, y siempre sigue pareciendo la primera vez. Los actores se entregan a la gente y ésta les corresponde soportando las inclemencias del tiempo de pie, sin perderse un detalle de la actuación.

 

http://pulsoslp.com.mx/2013/03/30/la-pasion-detona-la-fe-de-catolicos/