Mesura por favor

DESTACADOS, OPINIÓN

Nos toca- lectores/escritores -transitar este ciclo en el tiempo. Con sus “asegunes” y la dosis de locos y frenesí de acuerdo a la época que va más allá del posmodernismo y el deconstructivismo. 

Nos toca apechugar, impulsar, sumar, contribuir, acometer o aguantar; depende del lado que nos decidamos colocar. Nos toca ser actores pasivos o activos, también de acuerdo al gusto de cada quien. Pero que de nos toca nos toca. 

Así, inmersos como individuos en una sociedad, habitantes de una localidad, ciudadanos de un país, residentes del mundo llamado tierra -debería llamarse agua quizá por sus 3/4 partes de dicho elemento- aunque no entendamos de política tenemos que entrarle desde nuestras trincheras domésticas; desde la vida privada, desde el sector empresarial, desde el individuo o desde la familia.

Hoy más que nunca tenemos que descifrar y reaccionar casi al mismo tiempo, para responsabilizarnos del sistema que nos regirá en los próximos años y el precedente que representa para las futuras generaciones que formarán nuestros hijos o nietos.

Hoy, la libertad ha sido un arma de dos filos que ha permitido a los sinvergüenzas navegar con una bandera de legalidad patito. Los alcances de las multitudes anónimas desconocen las líneas del respeto e irrumpen en la escena pública de manera agresiva y violenta. solapadas, patrocinadas.

La autoridad máxima en este país en una actitud pasiva-agresiva, no hace más que elevar el encono de los que por años resienten el abandono y el agravio y a ellos se suman oportunistas que nunca faltan.

Eso coloca solo un escenario de ricos contra pobres, blancos contra prietos: mexicanos vs mexicanos.

Mas, desde la silla alada, la escena se muestra como un juego de marionetas al contentillo de declaraciones alejadas de los argumentos sólidos o de la ciencia o técnica que los respaldaría. La máxima de que el pueblo es sabio es equivalente al reinado del sentido común como una sabiduría innata distante de la realidad de los millones de habitantes de este territorio.

El presidente se ha olvidado del significado de pueblo y mucho más del de sabiduría.

Añora la edad de las cavernas cuando en el hombre -u homínido- predominaba el instinto más que la razón.

Para él, el pueblo solo lo forman quienes le siguen o quienes están en situación precaria. Solo quien quiere enaltecerse como salvador -ergo mesías- busca a quienes con poco lo admiren o lo enaltezcan. Hasta ahí, de acuerdo. Pero un país es un mosaico. Hay buenos y malos seguramente pero no todo el que tiene éxito económico es malo, ni todo aquel en situación de necesidad es bueno: de todo hay en la viña del señor. Y si éste pretende ser un régimen moral, que se empiece por casa. 

Es necesario encontrar el balance, la conciliación y hasta la justicia. Pero sobre todo hay que cuidar el uso de las palabras que en boca de autoridades suelen tener un impacto que escapa de las manos de quien las emite.

-Mesura Mr P. Para todos sale el sol. Aún para usted y sus sueños de reconversión moral de una multitud, que sí bien buscan un caudillo o un guía espiritual, no son todos los que conforman un pueblo, este pueblo.

Usted es la autoridad más no la máxima moral, el ejemplo a seguir y no posee la verdad absoluta y bien haría en recordar que dirige un país con un sistema de gobierno democrático y que esto no es una secta o bien un totalitarismo. Y que quienes no están con usted no necesariamente están contra usted. Que lo que necesita es tender puentes y no muros, mismos que ha ido construyendo con discursos que encienden los rencores de un pueblo maltratado.  

Que no puede resguardarse en su gran puesto para amedrentar a todos los que usted considera de otro código social o económico, llamándonos con apodos que resultan ofensivos y hasta cierto punto discriminatorios.

Vaya a terapia. Saque sus frustraciones. Juegue beis si ése es su sueño no cumplido. Cante con los evangelistas en sus ritos o con los cristianos en sus celebraciones. Pero no nos quiera meter a todos a su aro. No hay verdad absoluta. No todo es blanco o negro: siempre hay tonalidades en el medio.

Su rollo, lento en su decir pero contundente en los hechos, nos está haciendo daño y más a los que no caen en sus dos categorías.

Siéntese con su letrada esposa para que le de consejos sin la lupa del resentimiento social o personal. Usted ya es un adulto y hay que asumirlo.

Ya no nos gobierna ni CS de G. Ni Fox, Calderón o PN. Ya lo echó a todos usted de Los Pinos y anexas. Gracias.

Éste es su momento, aprovéchelo en buena onda. 

Ya ocupa usted la silla del águila y el depa en Palacio Nacional. Llegó a donde quería a fuerza de insistir y los otros de fallar. Está bien “no problem”.

Pero por fa! No empine más al país. No se ponga de rodillas con DT. Dese a respetar.

Queremos que nos de chance de seguir trabajando lo mejor posible por el bien colectivo y personal. Como dicen: si uno está bien, los que están a su alrededor también lo estarán. Usted estará bien, por lo tanto.

A usted y a mi -a muchos- nos toca coincidir en el tiempo y el espacio, por ello ayúdenos para poder ayudarlo. Sí se puede; no la friegue.

PULSO

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