
A estas alturas del día, seguramente ya viste el video en el que una usuaria de TikTok, identificada como @nutri_alevera, puso sobre la mesa un interesante punto sobre la evolución.
La tiktoker preguntó en su video si considerando que estamos en medio de una pandemia, la humanidad podría evolucionar hasta el punto de que las nuevas generaciones nacieran con un cubrebocas de piel integrado al cuerpo.
“Obviamente, el ser humano va evolucionando y ahorita estamos en un tema de pandemia de Covid. Se imaginan que el ser humano evolucione y empiecen a nacer con un cubrebocas integrado, un cubrebocas de tu propia piel que sea como tu párpado. Entonces cuando tienes que comer se abre como el párpado que tiene movimiento. ¿Se imaginan?”, se le escucha decir en el video.
Por cierto, luego de el video de @nutri_alevera se viralizó, ella aseguró en otro video que solo estaba bromeando.
Esta hipótesis evolutiva se volvió viral y desató miles de críticas en redes sociales por considerarla totalmente absurda, pero, ¿realmente lo es? Para salir de dudas, platicamos con el biólogo, experto en paleontología, Iván Erick Sánchez Uribe y esto fue lo que nos dijo.
Primero lo primero, ¿los humanos podemos seguir evolucionando?
La respuesta es sí. De acuerdo con el biólogo Iván Sánchez, cualquier ser vivo tiene la capacidad de evolucionar pues es un proceso natural como tener frío, tener hambre o reproducirse. Ahora, si te preguntas de qué depende que los humanos -o cualquier especie- evolucione, se trata de los retos que el ambiente sugiera a nuestra especie y como el ADN responde a ellos.
En el presente nadie puede saber cómo será la evolución humana, pues antes que eso suceda el ser humano tendría que pasar por una serie de mutaciones genéticas y que éstas se expresen, algo que depende del azar para que ocurra.
“Las mutaciones, pueden aparecer en corto tiempo, tal vez de una generación a otra; pero no se expresarán, hasta que una serie de factores aleatorios, se lo permitan. Una sola mutación puede requerir que una secuencia específica de varios genes se hayan “apagado” o “encendido” en un orden específico, y aun así quedarse “dormida” hasta que el evento se repita en otro lado y las “despierte”.
Lo que tendría que pasar para nacer con un cubrebocas de piel
Sánchez Uribe nos explica que la evolución sigue dos reglas; la primera es que para poder desarrollar cualquier órgano ‘nuevo’, la especie tiene que sacrificar el que ya no ocupará y el segundo, es que si la especie tiene algo genérico se vuelve específico.
Un ejemplo de esto es el Tyrannosaurus rex. Este dinosaurio desarrolló una cabeza enorme con 60 dientes de 30 centímetros de largo, a cambio de ello, sacrificó el tamaño de sus brazos para que su cabeza y cola tuviera encontrara un equilibrio para caminar.
Al tener una gran cabeza, esta especie desarrolló un olfato agudo que le trajo más beneficios a su estilo de vida.
El especialista en paleontología nos explica que para que el humano desarrollara un ‘cubrebocas natural’, lo más posible es que tuviera que sacrificar órganos como los labios o mejillas, lo que cambiaría la lactancia infantil o incluso el salivar.
Antes que tener un cubrebocas de piel integrado debido a la pandemia de Covid-19, nuestro sistema inmune tendría mayor eficacia.
“Es mucho más probable que el humano desarrolle un sistema inmune de mayor eficacia al que poseemos, que generar una segunda capa de piel que cubra boca y nariz, dado que desde hace miles de años ya poseemos esta característica”.
Los factores que determinarán cómo evolucionar
Iván Erick nos explica que son los factores ambientales son los que determinarán la forma en que el humano evolucione para adaptarse. Y sin adaptación lo que le esperaría a la humanidad sería la extinción.
“Si no hay adaptación se detiene el ‘motor’ que genere mutaciones, y por ende, no hay evolución, lo que daría como resultado la extinción”.
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