
En el Día del Niño, mientras algunos infantes se encontraban en casa jugando, dibujando, viendo televisión o celebrando en familia durante esta cuarentena, otros pasaron su Día víctimas del trabajo y la explotación infantil.
El municipio de Soledad no es la excepción, bastó con recorrer parte de las avenidas principales desde la lateral de la carretera a Matehuala a la altura de la entrada a la colonia Pavón; San Pedro y Valentín Amador, así como en la carretera a Rioverde, para ver a diversos niños trabajando en los semáforos, algunos portando una especie de instrumento que les fabricaron para tocarlo y así poder obtener una moneda.
Otros más realizaban malabares en compañía de otros adultos. Son niños y niñas de entre los 8 a los 13 años de edad que no pueden jugar o quedarse en casa porque tienen que hacer labores de pedigüeños o vende chicles en medio de los vehículos que se detienen cuando el semáforo se pone en rojo.
Pese a los intensos rayos del sol y el inminente riesgo de contagio por el Covid 19, los menores de edad se acercan a cada uno de los autos con la esperanza de que les den alguna moneda.
Y aunque la mayoría de las personas los ignora, los que se compadecen y les dan unas monedas o les ofrecen agua o cualquier alimento que tengan a la mano, logran que su expresión refleje una sonrisa de felicidad, pero también un tanto de confusión y timidez por recibir un buen gesto de los conductores.
Así, muchos niños pasaron su día en los cruceros sin saber qué es una celebración.
Pulso
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