
El cónsul de Honduras, Osmar Adán Cárcamo reconoció que en los tres primeros meses del 2013, el índice de hondureños que han caído en manos de la justicia ha aumentado, ya que se ven envueltos en robos, riñas, o situaciones de violencia que propicia el crimen organizado, indicó que alrededor de siete jóvenes han sido puestos a disposición de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Aunque dijo desconocer de forma directa si los migrantes son obligados a cometer estos delitos, indicó que de acuerdo a defensores de oficio de quienes son puestos a disposición de la PGJE, en algunas ocasiones los testimonios versan que han sido obligados, presionados, intimidados y que ha existido extorsión.
Osmar Adán Cárcamo admitió que con la presencia del crimen organizado se agudizan los peligros a los que se exponen los migrantes, ya que ingresan de manera irregular, desde el momento que abordan el tren son sometidos a cobros, violaciones y vejámenes, “es un completo sufrimiento en todo el trayecto, algunos lamentablemente no regresan a su país o a su lugar de destino, mueren en el camino”.
Indicó que desde el momento que han sido aprehendidos por la policía y ser puestos ante la PGJE, su obligación como cónsul es confirmar su efectiva nacionalidad y ellos tienen que demostrar su inocencia ante las diferentes instancias, porque algunas veces son obligados, algunas por necesidad, y en otros casos también no se descarta puedan ser presionados por algo o alguien, “pero en ningún momento tratamos de influir, lo que buscamos es darles la asistencia consular y ver que se cumpla el proceso, de que se cumpla lo que está tipificado en los diferentes convenios y tratados, al ser detenidos que inmediatamente se lean los derechos que tiene cada quien y hacer la llamada
al consulado”.
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