Paradoja: en el IMES que debe proteger a las mujeres hay machismo y misoginia

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Teresa de Jesús Mendoza, directora estatal del Instituto de las Mujeres, debería ser llamada a comparecer ante el Congreso del Estado para que explique su proyecto de trabajo, pues hasta ahora no ha hecho nada por ayudar al sector femenino.

Afirmó lo anterior el regidor Jalil Chalita Zarur tras señalar que el propio Gobierno del Estado reconoció en su Plan Estatal de Desarrollo que siete de cada 10 potosinas sufren algún tipo de violencia, sea física, sexual, económica o emocional, lo que ubica a San Luis Potosí como una de las entidades con mayores índices de machismo y misoginia.

Ante ello lamentó que el Instituto de las Mujeres en el Estado (IMES) esté dirigido por una persona que desconoce el tema, y ajena a la realidad que viven las potosinas.

“Paradójicamente la titular del IMES, Teresa de Jesús Mendoza, es misógina, una machista que maltrata a las trabajadoras. Incluso a las profesionistas que atienden los módulos de atención de violencia contra la mujer las mantuvo seis meses sin sueldo”.

Se pregunta el señor Chalita con qué calidad moral puede dirigir la funcionaria el IMES si ella misma ejerce violencia contra las mujeres en el ámbito institucional. “El gobernador Fernando Toranzo se equivocó al nombrarla responsable del Instituto de las Mujeres, pues hoy todavía hay quienes cuestionan su nombramiento, ya que Teresa de Jesús Mendoza nunca había desempeñado una responsabilidad de ese tipo, por lo que carece de experiencia y capacidad.

Subrayó que no tiene méritos para ocupar ese cargo y preguntó: ¿Qué proyecto tiene? Porque no se trata de sentarse a esperar que le lleguen las propuestas de la sociedad.

“La sociedad potosina exige que la señora diga cuál es su programa de trabajo para apoyar a la mujer potosina, desde la campesina que tiene que cultivar sus tierras, hasta la comerciante o la profesionista, pues todas se quedaron en espera de conocer las políticas públicas en este sexenio”

Lamentó que el Instituto se haya convertido en un elefante blanco que lo único que hace es organizar eventos elitistas, sin cumplir con las funciones para las que se creó.

La tarea de la sociedad, sentenció Jalil Chalita, es estar vigilante de que el objetivo y todos los programas del IMES se cumplan, lo cual significa “hacer contrapeso de las decisiones que no están actuando para fortalecer y consolidar una política de género y de los derechos de las mujeres”.

Por ejemplo, actualmente el Instituto de la Mujer ocupa el 80 por ciento del tiempo en cuestiones administrativas y el 20 restante en cumplir sus supuestos objetivos.

http://www.oem.com.mx/elsoldesanluis/notas/n3002409.htm

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