Ryan Gosling, un ícono de esta generación

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A base de carisma y una selección de papeles memorables, el actor canadiense se ha convertido en el favorito de la prensa y en un ícono de esta generación… está todavía por verse si el aura positiva que lo rodea se traduce en premios

Cigarro en boca, visiblemente alterado, “Dan Dunne” está despotricando contra el mundo en un triste monólogo. Del otro lado, una prostituta lo “escucha” con un desgano impactante. El profesor de Historia de secundaria está hablando sobre cómo se ha mantenido casi limpio de las drogas, mientras corta líneas de coca en el buró de un cuchitril que aspira a cuarto de motel.

Acto seguido, ambos “comparten” un efímero baile mientras se escucha de fondo la letal “Lover’s Spit”, de la banda canadiense de indie rock Broken Social Scene.

La escena es digna de una nominación de Oscar… y la obtiene, pero ese no sería su año sino el de Forest Whitaker por su actuación en “El Último Rey de Escocia”.

En 2006, “Half Nelson”, coescrita y dirigida por su tocayo Ryan Fleck, hizo que Hollywood tomara en serio a Ryan Gosling. Apenas dos años antes, Gosling se había convertido en el príncipe azul de millones de jovencitas con el personaje de Noah Calhoun en “The Notebook”.

En 2004 arrasó con seis premios Teen Choice Awards, incluyendo Mejor Escena de Baile. Los MTV Movie Awards lo reconocieron con el Mejor Beso. Diez años antes, compartía estudio con otros niños promesa como Britney Spears, Justin Timberlake y Christina Aguilera en “The Mickey Mouse Club” de Disney Channel.

Esta semana, Ryan Gosling aparece arrastrando despiadadamente a una persona –mientras lo sujeta de la boca con una mano– en el trailer de “Only God Forgives”, la segunda colaboración con el director danés Nicolas Winding Refn.

En el póster de la película, Gosling aparece con un estampa a la que ya nos estamos acostumbrando: ensangrentado y con un semblante de chico problema. Su personaje, “Julian”, está al frente de un club de Muay Thai que funciona como una fachada para encubrir las operaciones de tráfico de droga de su familia. Su madre, “Jenna”, le encomienda encontrar y asesinar al individuo responsable de la muerte de su hermano. ¿Tarantinesco?

En “Drive” (2011), la espectacular primera colaboración con Winding Ref, Gosling mostró una faceta actoral que está probando que puede dominar: sus personajes son despiadados, pero al final simpatizamos con él y cuales quiera que sean sus causas.

Aunque su actuación en “Drive” fue alabada por la crítica, no fue considerado por la Academia. De hecho, ese mismo año Michael Fassbender también entregó una actuación memorable en “Shame”; la no–nominación de ambos desató una serie de críticas en un año en que estuvieron nominados Jean Dujardin (“The Artist”, quien resultó el ganador) Demián Bichir (“A Better Life”), George Clooney (“The Descendants”), Gary Oldman (“Tinker Tailor Soldier Spy”) y Brad Pitt (“Moneyball”).

El día en que Gosling muera, una de las escenas que seguramente seleccionará la Academia para su segmento In Memoriam será la imperturbable mirada que hace el actor mientras está bañado en sangre en una de las más potentes actuaciones de su carrera en “Drive”.

Después de “Half Nelson”, Ryan Gosling suma 10 películas en su filmografía que de una u otra manera se han quedado en el subconsciente de la audiencia.

Ya sea interpretando a un tipo que desarrolla una relación romántica con una muñeca sexual como en “Lars and the Real Girl” (2007), como parte de una enferma relación de pareja en “Blue Valentine” (2010), un reformado mujeriego con personalidad en “Crazy, Stupid, Love” o como un joven jefe de campaña política en “The Ides of March”, el actor canadiense no decepciona.

Para “The Place Beyond the Pines”, película que actualmente se exhibe con éxito en las salas de cine independiente en Estados Unidos, tuvo que subir casi 18 kilos de masa corporal para interpretar a Luke Glanton, un motociclista que hace trucos en ferias, según dijo el director Derek Cianfrance a The New York Times.

El favorito de todos

Basta hacer una búsqueda en Google de su nombre para ver toda la buena prensa que recibe. Tanto, que roza en lo ridículo. “Es tan encantador que…”, “Su Top 10 de momentos heroicos”, “Hace realidad el sueño de un fan…” y la lista sigue.

Y la verdad es que el propio Gosling no ayuda. Defiende a los animales junto a PETA, es sumamente accesible con sus seguidores, apoya causas internacionales como Invisible Children, el tipo tiene una banda indie y tocan muy bien… es uno de esos raros casos en los que tanto mujeres como hombres se ponen de acuerdo: tal parece que no hay una razón por la que no te pueda caer bien.

Hace unos días anunció que se tomará un descanso para dejar a un lado temporalmente la actuación y así poder dedicarse a la dirección. Hay que darle el beneficio de la duda, a fin de cuentas este es el tipo que fue capaz de que nos olvidáramos de James Franco.

El hueso de Gosling

De 2007 a 2010, el actor estuvo un tiempo alejado de las producciones cinematográficas, tiempo que aprovechó en 2009 para lanzar música junto a Zach Shields bajo el nombre de Dead Man’s Bones (él es el vocalista principal y toca el piano, la guitarra y el bajo).

Lo que empezó como una buena excusa para tocar música en 2005, se tradujo en un disco que los llevó de gira por varias ciudades y festivales por Estados Unidos.

Con un sonido semifúnebre, “Dead Man’s Bones” logró hacer ruido en el circuito de la música indie con su tenebroso estilo folk.

http://www.reporteindigo.com/piensa/entretenimiento/en-deuda-con-ryan-gosling

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