Un atentado y un bombardeo agravan las guerras desatadas por el 9/11, aún mortíferas casi 20 años después

Mientras Estados Unidos recuerda a las víctimas de los atentados del 9 de septiembre (9/11) de 2001 en Nueva York y Washington DC, las dos guerras que siguieron a este ataque terrorista continúan causando estragos en Irak y Afganistán.

En Irak, aviones estadounidenses lanzaron más de 40 toneladas de explosivos en una isla norteña para aniquilar a miembros del grupo terrorista yihadista Estado Islámico (Isis).

Y un misil estalló en la embajada estadounidense en Kabul (Afganistán), sin causar víctimas, apenas días después del colapso de las conversaciones secretas del Gobierno del presidente, Donald Trump, con los talibanes, el grupo fundamentalista y violento que rige los destinos de ese país desde hace décadas.

Casi 20 años después, los estragos de la invasión de Afganistán liderada por Estados Unidos poco después del ataque de 2001, siguen latentes.

Con la invasión, Estados Unidos logró derrocar a los talibanes, que habían albergado a Osama bin Laden, el líder de la organización terrorista Al Qaeda y la persona señalada como responsable de organizar los ataques en suelo estadounidense.

Desde que se dio inicio a las operaciones militares, el número de tropas estadounidenses en Afganistán se elevó a 100.000 y cayó dramáticamente después de que soldados estadounidenses mataran a Bin Laden en Pakistán en 2011.

La explosión del misil en Kabul es el primer ataque importante en la capital afgana desde que el presidente, Donald Trump, suspendió abruptamente las conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes es pasado fin de semana. Las conversaciones estaban, supuestamente, a punto de lograr un acuerdo para poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos.

Según Trump, las conversaciones se dieron por terminadas luego de que dos coches bomba talibanes sacudieran Kabul la semana pasada, matando a varios civiles y dos miembros de la misión de la alianza militar intergubernamental Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Trump ha citado la muerte de un miembro del servicio estadounidense en una de esas explosiones como la razón por la que ahora dice que las conversaciones entre los Estados Unidos y los talibanes “muertas”.

Personal de la OTAN ha dicho que ninguna persona resultó herida en el ataque de este miércoles.

Actualmente quedan unos 14.000 soldados estadounidenses en Afganistán. Por su parte Trumo ha calificado como “ridículo” que después de tanto tiempo y tantos miles de millones de dólares gastados todavía haya tropas en ese país.

Afganistán no ha sido el único país donde las consecuencias de la ofensiva lanzada por el expresidente George W. Bush luego del 9/11 todavía se sienten.

En Irak, aviones de guerra han arrojado 36.000 kilogramos (40 toneladas) de bombas en una isla ubicada en el Río Tigris, donde se encontraban miembros del Estado Islámico.

La invasión en Irak, la primera fase de la guerra, comenzó en 2003 luego de que funcionarios de alto rango acusaran al entonces líder iraquí Saddam Hussein de poseer armas de destrucción masiva y de apoyar a miembros de Al Qaeda.

No obstante reportes de inteligencia divulgados después del inicio de la guerra han indicado que no se encontró evidencia contundente de los vínculos de Hussein con Al Qaeda y de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak.

La coalición militar liderada por Estados Unidos ha dicho que aviones F15 y F35 participaron este martes en el bombardeo de la Isla Qanus, en el norte de Irak.

El ataque en contra del Estado Islámico es parte de las operaciones llevadas a cabo por las fuerzas iraquíes y la coalición liderada por Estados Unidos en contra del grupo yihadista, el cual fue derrotado en Irak en 2017.

Pese a la derrota, células del Estado Islámico, que llego a declarar control sobre grandes extensiones de territorio en Siria e Irak y declaró un califato en 2014, han llevado a cabo bombardeos mortales en Irak.

Un video publicado por el ejército mostró explosiones masivas en la isla que fue bombardeada.

Según el diario Los Angeles Times, actualmente hay aproximadamente 5.000 soldados estadounidenses estacionados en todo Irak brindando capacitación, asistencia y asesoramiento a las fuerzas de seguridad de ese país.

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp