“Utilicé testigos, pero indagaba sus dichos”

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El ex fiscal antidrogas Noé Ramírez Mandujano reconoció que en su gestión al frente de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) recurrió a testigos protegidos, pero siempre confirmó sus dichos para integrar las averiguaciones.

Sin mencionar a Marisela Morales Ibáñez, quien lo sucedió en el cargo y después se convirtió en la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), el ex funcionario dijo que las personas que lo sustituyeron “abusaron” del uso de testigos y llevaron a muchos inocentes a prisión, donde aún siguen.

Comentó que en su administración, de 20 meses (culminó en agosto de 2008), la SIEDO contaba con 62 testigos colaboradores, quienes recibían un pago de 10 mil a 15 mil pesos mensuales, aunque algunos “exigían un pago mayor” por sus informes.

En el programa El asalto a la razón, que conduce Carlos Marín, Ramírez Mandujano subrayó que en el momento en que la figura de los testigos protegidos comenzó a multiplicarse, surgieron las injusticias. La primera parte de la entrevista se transmitió ayer y hoy se difundirá la segunda parte.

Las “mentiras” de sujetos como Jennifer (Roberto López Nájera) hoy tienen en el penal federal de El Rincón, en Tepic, Nayarit, al mayor del Ejército mexicano Arturo González Rodríguez, a quien acusó de vender información sobre el ex presidente Felipe Calderón.

Asimismo, destacó el caso de Luis Ángel Cabeza de Vaca Rodríguez, ex secretario de Seguridad Pública de Morelos y sobrino del ex consejero jurídico de la Presidencia y ex titular de la PGR, Daniel Cabeza de Vaca, a quien se vinculó con el cártel de los Beltrán Leyva.

USO DE TESTIGOS

El ex titular de la SIEDO dijo que utilizó los datos que dieron los testigos protegidos con nombres clave Mario y Emiliano, la cual sirvió para integrar una averiguación contra Sergio Villarreal Barragán, El Grande, lugarteniente de los Beltrán Leyva.

“Uno de ellos es Mario, quien declaró contra El Grande, porque le mató a toda su familia (en enero de 2007): papá, mamá, hermanos y un taxista (entre ellos el líder del PRD en Durango, Jaime Meraz)”, expresó el ex fiscal antidrogas.

Según Ramírez Mandujano, Mario confesó que en un paraje llamado El Borrego, en Gómez Palacio, Durango, fueron asesinadas cuatro personas, a las que se enterró en el lugar.

Se hallaron los cuerpos en una fosa clandestina y por ello se obtuvo una orden de aprehensión contra El Grande, a quien también se le comprobaron 11 homicidios más.

Sin embargo, esos testigos después incriminaron a Ramírez Mandujano y lo mandaron a la cárcel.El Grande se sumó a ese proceso penal y lo acusó de recibir más de 450 mil dólares de los Beltrán Leyva.

El ex fiscal elogió el papel de los abogados que han demostrado la inocencia de ex servidores públicos llevados a prisión en el sexenio pasado, como Ricardo Gutiérrez Vargas y Rodolfo de la Guardia, ex directores generales de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol, y el general Tomás Ángeles Dauahare.

“Quisiera que con bombo y platillo digan que estos hombres son inocentes; nos causaron mucho daño durante cuatro años”, agregó.

Recordó que en prisión muchas personas, entre ellos integrantes de los cárteles de los Arellano Félix y Los Zetas, le pidieron asesoría jurídica, porque si bien admitían haber cometido diversos delitos, aseguraban que la PGR les “puso” demás.

http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/e3538a2d640a032967f2facde30e08a2

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