
La «prudencia» que aplicaron cuerpos de seguridad estatales a la marcha del pasado viernes 5 de junio, la cual degeneró en vandalismo contra la sede del Congreso y otros edificios públicos, le costará al Poder Legislativo un mínimo de 600 mil pesos en reparación de mobiliario y 200 mil para sustituir equipos de cómputo arruinados.
Estos son apenas los primeros resultados de la evaluación de daños materiales que estaría realizando una empresa aseguradora con la cual el Congreso mantiene contratos de cobertura de riesgos.
De acuerdo con el presidente de la Directiva, diputado Martín Juárez Córdova, 600 mil pesos corresponden a mobiliario, daño en paredes, madera y cristales. Había paneles de cristal que permanecieron intactos por 30 años y actualmente se complica su reposición porque ya no se fabrican con el mismo acabado «ahumado» que tenían.
Los daños en papelería y documentos oficiales, así como a los símbolos patrios (tres banderas quemadas) no se han cuantificado. Por lo que toca al busto de Ponciano Arriaga Leija, que fue arrancado de su base en el vestíbulo del edificio y arrojado a una hoguera en plena calle, el congresista Juárez Córdova dijo que la escultura ya se encuentra en manos de la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su evaluación.
Se le preguntó al diputado si la Directiva del Congreso se encuentra satisfecha con los primeros resultados de la Fiscalía General del Estado en torno a los hechos del viernes, a lo que respondió que «el hecho de que existan tres personas vinculadas es porque fueron detenidas en flagrancia, pero la investigación continúa, ya que la denuncia presentada contiene nuestra petición de investigación e identificación de las demás personas involucradas».
Expresó que el monto definitivo de los daños se conocerá «una vez que terminen las diligencias y estemos seguros de todo lo que fue objeto de vandalismo. A partir de esto, las labores de recuperación no deberían tardar más de una semana».
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