
Hace 10 años San Luis Potosí fue violentamente instalado en el plano internacional, cuando agentes estadounidenses fueron atacados en la Carretera 57, en territorio potosino. Este acto cambió para siempre la seguridad en la entidad, así como los protocolos para evitar los delitos de alto impacto como el del 15 de febrero de 2011.
Para la entidad potosina, ese trágico suceso fue un golpe de realidad que los habitantes de la capital y su zona metropolitana no conocían.
Gobierno y sociedad mexicana protestaron
Pero el cambio no fue solo en San Luis Potosí. Tras el ataque a los agentes del ICE, quedaron al descubierto operativos como el Rápido y Furioso que obligó al gobierno mexicano a replantearse la colaboración con agencias estadounidenses y la sociedad mexicana también reaccionó.
A nivel latinoamericano, los gobiernos de Centro y Sudamérica también pusieron mayor atención a las operaciones estadounidenses en sus territorios, confirmando así la dimensión de la importancia que el atentado tuvo en ese momento.
Pero si en América Latina tuvo repercusiones, en Estados Unidos no fue menos, ya que la investigación de las actividades de sus agentes en suelo mexicano se prolongaron hasta 2019, y llegaron a ligar el atentado de 2011 con el caso de Kiki Camarena, ocurrido en 1985.
Así fue como un ataque que parecía fortuito, cambió para siempre la relación de las agencias de seguridad estadounidenses con los gobiernos latinoamericanos y San Luis Potosí no fue ajeno sino el centro de esta transformación.
El atentado que sacudió a SLP
El 15 de febrero de 2011, los agentes estadunidenses Víctor Ávila y Jaime Zapata, del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), viajaban sobre la Carretera 57 a bordo de una camioneta Suburban color azul oscuro, con placas diplomáticas BDN-062 SER-MD, cuando fueron atacados presuntamente por un comando de integrantes de una banda del crimen organizado, a la altura de la comunidad El Toro, muy cerca de la cabecera municipal de Santa María del Río, en territorio de San Luis Potosí.
En el lugar de los hechos perdió la vida el agente Jaime Zapata y Víctor Ávila resultó seriamente lesionado, según informaron las autoridades en aquel momento.
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