El Radar.
10 sobre la muerte de Teófilo.
Por Jesús Aguilar.
Twitter @jesusaguilarslp
Murió Téofilo Torres Corzo, ex diputado federal y local y del 2012 al 2018 Senador. Fue Gobernador interino del estado potosino del 9 de octubre de 1992 al 18 de mayo de 1993 al San Luis Potosí vivir una serie de abruptas condiciones de inestabilidad política desde la “caída” de Fausto Zapata con sus pírricos 14 días en el poder (que nunca terminó de tomar), la intentona fallida de la reelección de Gonzalo Martínez Corbalá (quien había sido nombrado como Gobernador sustituto) y la posterior aniquilación del Navismo con la aparición de Horacio Sánchez Unzueta como el candidato que vencería a su propia suegra (Doña Conchita Calvillo de Nava) en las elecciones que tuvo que organizar justamente Torres Corzo de la mano de Gustavo Barrera.
Un personaje total que por todo lo que implicó en la vida política, empresarial y social del estado en los últimos 40 años merece un apartado especial en El Radar.
Por eso hoy compartimos con ustedes 10 lecciones y reflexiones por las que la muerte de Teófilo no debe pasar de largo.
- Porque representó el epítome del “hacer más con menos”, su momentum tuvo un tiempo real de 8 meses y 9 días (su estancia como Gobernador), pero con eso influyó definitivamente en la vida social, empresarial, mediática y especialmente política de varias generaciones. Menos de 9 meses en el gobierno, toda una vida portando el membrete de mandamás.
- Porque al Gobernar tan poco tiempo y lograr una elección (sucesión) pacífica que reestableció la tan sobada “paz social” en el estado, pudo transitar hasta 30 años después de su entrega del ejecutivo con soltura y suficiencia, aún superando en tiempos y formas a quien entregó Palacio de Gobierno y se convertiría a la postre en su némesis política Horacio Sánchez Unzueta.
- Porque entendió que tendría que haber un personaje que amalgamara esa influencia y cuyos márgenes de maniobra rebasaran trienios y sexenios, supo ofrecer favores cortos para cobrar intereses largos en cada negociación política, su revista social se convirtió en el espejo aspiracional del San Luis de los últimos tiempos y apuntaló sus negocios y los de sus hermanos tomando un lugar patriarcal en ellos, aunque no pusiera ni un peso.
- Porque, aunque fue criticado infinitamente por su manejo ególatra y rampante megalomanía, esta postura estaba perfectamente justificada para sus fines ya que con su manejo lograba justamente la atracción natural o forzada en cualquiera de los sectores donde se movía como pez en el agua, especialmente en política, donde se estableció como una suerte de “Padrino” al que había pedirle bendición para avanzar.
- Porque en esa misma dirección logró que sin una fortuna como la de algunos de los otros capitanes de la vida empresarial local a todos les hizo sentir (de forma suave o agresiva) que tenía una autoridad y que esa le propició inclusive desdoblarse a través de su hermano Carlos a quien ungió como su representante plenipotenciario en esas lides y al resto de su familia como los tenedores de un apellido compuesto que se convirtió en marca.
- Porque mantuvo en sus medios de comunicación una postura permanente políticamente-correcta, que le permitió esas transacciones intangibles que fortalecían su posición, como no estaba en contra de nadie, o de muy pocos en su momento, nadie podría estar en contra de él.
- Porque completó históricamente un proceso de 30 años, (desde que dejó el poder en 1993 hasta 2023), 3 décadas de supervivencia política; abrió dejando un gobierno estable (que no se había tenido desde la renuncia de Florencio Salazar en 1987) y cerró con su muerte con un gobierno de verdadero impasse trasgeneracional con el muchas veces impensado triunfo de Gallardo, un outsider para las “buenas costumbres” de la mesa de las toma de decisiones (hasta ahora) en el estado.
- Porque ahora con su ausencia se termina una era, la de los políticos convertidos en empresarios (o al revés) que deciden la vida de millones desde el green de un campo de golf o un palacete construido en tierras doradas encumbrada por la especulación. Porque con su lamentable muerte también termina el símbolo de la narrativa que estableció el actual Gobernador Ricardo Gallardo, en el culebrón emocional y político que decidieron bautizar como Maldita Herencia.
- Porque los resortes del poder que se ejercía de esa manera en los 4 sectores que hilaba Teófilo o Tito, como le decían sus allegados, se botaron desde hace tiempo y su presencia era el único dispositivo que los mantenía unidos, no hay sucesor en 4 generaciones posteriores a Torres Corzo en ese manejo, que se extingue con su partida.
- Porque tenía un sentido común diferente y una capacidad única para montar una puesta en escena divergente que aunque fuera volátil, amarraba contundentemente para sus fines: la permanencia.
El juicio popular sobre su papel en la historia variará en la ascendencia o efectos colaterales que su presencia durante tanto tiempo generó en tantos, con su muerte termina una era. Su lugar debe quedar intacto, por sus propios méritos y porque los tiempos cambiaron.
El hombre era mejor que el personaje, dicen los que lo conocieron íntimamente, pero su protagonismo por el bien de todos, no debe tener sustituto.
Descanse en paz Teófilo Torres Corzo.
Un abrazo a sus deudos.
En lo personal, lo recordaré con el respeto a un cariño honesto construido a mano al margen de las oscuridades del poder.