El género del terror ha sido muy bien explotado en el séptimo arte, sin embargo, muchas de las historias llevadas a la pantalla grande y protagonizadas por vampiros, zombis, hombres lobo y demás criaturas del género terrorífico han abrevado de los libros de autores tan conocidos como Mary Shelley, Stephen King y H. P. Lovecraft por mencionar algunos. Pero, los mexicanos no nos hemos quedado atrás.
La creación de historias que cabalgan entre lo fantástico y el terror retratando momentos que son tan verdaderos y tan atemorizantes como lo es la vida misma es algo que en México se hace, y se hace bien. Es por eso que nos hemos dado a la tarea de buscar los 13 mejores autores mexicanos contemporáneos del género de terror, con la intención de que los conozcas y tal vez te lleves un buen susto.
Bernardo Esquinca
Un tapatío que no teme mezclar diferentes géneros literarios y que ha enmarcado su obra en la corriente weird fiction donde conviven el género policiaco, policiaco y de terror, hacen de Bernardo Esquinca un escritor que conviene mantener en el radar. Entre sus escritos podemos encontrar novela, cuentos y ensayos y sobre todo la idea de explotar los miedos de sus lectores:
“Siempre me ha interesado indagar en la parte oscura de los humanos, donde están los temores, algunos atávicos, porque no sabemos de dónde vienen; muchos otros sí son paranoias colectivas, como las de los aviones o los insectos.”
Algunas de sus obras son: Los niños de paja, La octava plaga, Toda la Sangre, Carne de ataúd entre otros.
Francisco Tario
Entre novelas, cuentos y ensayos, Francisco Tario vivió su vocación de escritor, pero siempre manteniéndose al margen de cualquier corriente literaria que predominara entre sus contemporáneos, esto le costó muchos años para que se llegara a reconocer su obra, la cual gira en torno a qué sería de los seres humanos si de pronto se vieran privados de alguno o algunos de sus sentidos. Sus escritos se ubican en la literatura fantástica mexicana, pero siempre aderezados con un toque de terror. De su obra La noche se desprende el siguiente fragmento, que ilustra tal vez lo que el propio Tario quería lograr con sus libros:
«Y escribiré libros. Libros que paralizarán de terror a los hombres que tanto me odian; que les menguarán el apetito; que les espantarán el sueño; que trastornarán sus facultades y les emponzoñarán la sangre. Libros que expondrán con precisión inigualable lo grotesco de la muerte, lo execrable de la enfermedad, lo risible de la religión, lo mugroso de la familia y lo nauseabundo del amor, de la piedad, del patriotismo y de cualquier otra fe o mito. Libros, en fin, que estrangulen las conciencias, que aniquilen la salud, que sepulten los principios y trituren las verdades. Exaltaré la lujuria, el satanismo, la herejía, el vandalismo, la gula, el sacrilegio: todos los excesos y las obsesiones más sombrías, los vicios más abyectos, las aberraciones más tortuosas…»
Entre sus principales creaciones podemos encontrar: La Noche, La puerta en el muro, Entre noches y fantasmas y Aquí abajo por mencionar algunos.
Amparo Dávila
Hay circunstancias en la vida que marcan nuestro destino, en el caso de Amparo Dávila fue el que aprendiera a amar la lectura pasando interminables horas entre los estantes de la librería de su padre, sin embargo, al ser hija única o mejor dicho la única sobreviviente de sus hermanos, el miedo marcó de alguna manera su infancia y sus futuros temas al escribir. La locura, el peligro, la muerta y las mujeres como protagonistas de sus obras son el sello distintivo de Dávila. Con respecto a la creación de sus historias y personajes, Amparo Dávila comenta lo siguiente:
Para mí entre la locura y la cordura existe un hilo tan fino, tan sutil, que en un momento dado se rompe, y una persona cuerda pasa hacia la insania total, así, como algo que se cortó. Tengo mucha preocupación por ese paso tan fácil que se puede dar entre la cordura y la locura. […] Sobre todo cuando una gente empieza a obsesionarse por algo, la obsesión también la lleva al desencadenamiento.
Sus obras más importantes son: Muerte en el bosque, Tiempo destrozado y sus antologías de cuentos y poesía.
Guadalupe Dueñas
El estar en un colegio de monjas que le “obligaba” a llevar un diario, fue el detonante para que Guadalupe Dueñas se diera cuenta de que tenía un talento al escribir, eso y la buena crítica que recibiera de su tío Alfonso Méndez, instándola a continuar escribiendo pero no poesía, sino solamente prosa ya que esta era de por sí muy poética. Sus historias están llenas de terror y humor a partes iguales, y sobre los inicios de su obra Guadalupe Dueñas manifestó lo siguiente:
Y yo entonces en ese libro realmente fui yo. Puse todos los odios, el disgusto que me causaba la vida, la decepción en la que estaba, la desesperanza total. Fui muy renegada, y aparte muy alegre. Yo allí hice versos; en fin hice todo lo que creía poder hacer. Me traje el libro, y ese libro que fue tan oscuramente escrito, de cosas que no pasaban, ¡no pasaba nada!
Algunas de sus obras son: Tiene la noche un árbol, Después del silencio, y la antología de su obra
Alberto Chimal
A pesar de su formación como Ingeniero en Sistemas Computacionales, lo que más apasiona a Alberto Chimal es dedicarse a la escritura, vocación que descubrió al ganar el premio “Becarios” del Centro Toluqueño de Escritores a la edad de 17 años. Una característica de su obra es que combina los sucesos extraordinarios con la cotidianeidad de la vida fusionando el mundo real con el de los mitos. Una de sus primeras lecturas fue un libro de Mitos y Leyendas que se encontraba en la biblioteca de sus padres, y con respecto a su oficio de escritor comenta:
Me atraía más la posibilidad de utilizar la escritura como vehículo de la imaginación, de la invención más que de la reproducción. Eso ha determinado mi escritura; también el hecho de que desde muy temprano me tocó, quién sabe por qué razón, estar en repetidas ocasiones en la posición de… no diría de rebelde, sino tal vez de inadaptado o marginal; en varias etapas y actividades de mi vida tenía la perspectiva de quien mira desde afuera. Así descubrí que la posibilidad de imaginar, de concebir ideas, historias, fragmentos de vida que no son los del mundo “real”, era reconfortante, no sólo para escapar, sino también para imaginar alternativas: para convencerme de que aquellos hechos y circunstancias que parecen inevitables en el mundo, desde los muy personales hasta los más generales, no lo son.
Entre sus principales obras podemos encontrar: La torre y el jardín, Los atacantes, Grey, Gente del mundo y El último explorador: diez aventuras inéditas solo por mencionar algunos.
Antonio Malpica
Como escritor, Antonio Malpica ha explorado la ciencia ficción, la novela juvenil, los relatos infantiles y por supuesto también la literatura de terror, de joven se sentía inclinado por la música y el piano pero, cuando descubrió su inclinación literaria se volvió un apasionado de escribir, sin embargo, no ha dejado de aparecer en la escena musical. De su página personal se desprende lo siguiente:
Como todos los escritores, me interesa decir cosas importantes (aunque no estoy seguro de haber dicho ninguna todavía), pero más me interesa pasármela bien. Y también creo que, con la excepción de uno que otro ensayo, en toda mi ficción me he divertido mucho (incluso cuando las páginas empiezan a oler a pólvora o a salpicar sangre).
Algunas de sus obras son: Siete esqueletos decapitados, El llamado de la estirpe, Principio y fin, El destino y la espada y muchos más.
Raquel Castro
La literatura de Raquel está destinada a los públicos infantil y juvenil principalmente, pero eso no le resta “oscuridad” a su obra. Ha sido guionista y profesora de guion, también periodista y promotora cultural. Su escritura está repleta de humor y zombis, y dice en su pequeña biografía publicada en su sitio, que uno de sus abuelos era Marciano. En sus propias palabras:
Creo que he tenido mucha suerte porque estoy haciendo, precisamente, lo que más me gusta.
Algunas de sus obras que podrían interesarte son: Desde la oscuridad, Ojos llenos de sombra, Dark Doll: Sí, necesito tener amigos… pero eso es un secreto y Si ya está muerto, sonría entre otros.
Carlos Bustos
Como muchos otros escritores de esta lista, Carlos Bustos también siente debilidad por la literatura juvenil de fantasía y terror, su principal inspiración para dedicarse a este género literario fue su padre, quien acostumbraba a contarle historias de aparecidos, muertos y fantasmas, se considera un admirador del género de terror y lamenta mucho el “daño” que ha hecho el cine americano al género, al grado que muchas editoriales no se animan a publicar un libro de este tipo de literatura. En sus propias palabras:
No existe un público tan dispuesto ha aceptar el género de terror y en gran medida se le debe al cine americano que nos llega, el cual ha dañado el concepto de terror, pues nos presentan películas que no dan miedo, que lo único terrorífico es el argumento y las malas actuaciones, todo eso ha demeritado mucho al género. Sin embargo también confío en que si se escribe lo mejor posible, se crean historias fuertes y potentes, el libro se defiende y la última palabra la tendrán los lectores.
Algunas de sus creaciones son: El libro que resucitaba a los muertos, Ilusionista y El ojo del unicornio, Fantásmica y La espina del mal entre otros.
José Luis Zárate
Poblano de nacimiento, José Luis Zárate, ha participado en la renovación de la literatura mexicana, incluso modernizándola, dándole vida al microrrelato y a la twitteratura, entre ensayos, poesías y novelas ha transcurrido su oficio de escritor. Se ha nutrido para su escritura tanto de su experiencia como lector, como del cine, las bandas sonoras de las películas, y algunos autores para él imperdibles tales como Lewis Carrol, Chesterton y Jorge Luis Borges. Con respecto a su quehacer literario comenta:
Microcuento, novela, ensayo, cuento largo, de todo. Para mí un microrelato es un golpe sonoro que rebota en la montaña enorme del lector, es un relámpago que ilumina durante un instante los paisajes internos de quien lo lee. Es una colaboración autor/lector en donde uno da un fragmento y el otro lo llena de significados.
Dentro de sus obras podrás encontrar: Xanto: novelucha libre, Entre la luz (y otros temas igual de tangibles), La ruta del hielo y la sal y La máscara del héroe solo por mencionar algunas.
Norma Lazo
Desde su licenciatura en psicología, Norma Lazo ha podido crear mundos fantásticos y terroríficos, además de escribir novelas, cuentos y relatos, también se ha desempeñado como guionista. Sobre la obra de Norma Lazo escribe Ana Mónica Rodríguez:
Dos especies de personajes abundan en la narrativa de esta singular escritora mexicana: los niños forzados a fingir que son niños tras haber sido despojados de su infancia, y los adultos que fingen ser adultos cuando la verdad es que son niños crecidos… y muy lastimados. La patología recorre estas páginas sin tregua: la sociedad se esfuerza por aparentar que no huele a podrido en Dinamarca (o el país que usted quiera), podredumbre que el encantador bouquet que la perfecta ama de casa coloca al centro de la mesa familiar no consigue tapar. No existe flor que distraiga del espanto a un niño irreparablemente herido.
Si quieres conocer más de su literatura puedes leer: El mecanismo del miedo, El dilema de Houdini, Sin clemencia, El dolor es un triángulo equilátero y Lo imperdonable
F. G. Haghenbeck
Estudió la carrera de arquitectura, trabajó en museos y después como creativo y productor, pero al mismo tiempo escribía historietas y novelas noir género emparentado con el terror. Su personaje principal es un detective llamado Sunny Pascal, protagonista de varias de sus novelas. Qué es lo que Francisco Haghenbeck tiene en mente cuando escribe:
Pienso en un sólo lector, que soy yo. Siempre trato de escribir la novela que me gustaría leer. Creo que soy mejor lector que escritor. Como escritor tengo muchas fallas, es más, me odian en México. Como lector soy muy bueno.
Ha escrito varias novelas entre las que destacan: El libro secreto de Frida Kahlo, Querubines en el infierno, La primavera del mal, La doncella de la sal y El caso tequila, por mencionar algunas.
Luis Jorge Boone
Escritor y columnista coahuilense, Luis Jorge Boone transita entre el cuento, la novela, el ensayo y la poesía para regalarnos sus narraciones plagadas de sorpresa donde en una misma creación es capaz de combinar una novela con poesía regalando al lector un producto fresco, distinto, pues para él los géneros no van separados sino que solo son distintas áreas de trabajo. Con respecto a su oficio de escritor comenta:
Me gusta darle una sorpresa al lector. Siempre me ha gustado que la poesía narre, reflexione, o que tenga de pronto un acercamiento ensayístico, esta diversidad de búsquedas. El verso es otro contenedor con otra temperatura y otro tipo de imágenes. Haces estos tratos con el lector de ‘vamos a leer un libro de cuentos pero te quiero dar algo más’.
Algunas de sus obras son: Figuras humanas, La noche caníbal, Las afueras, Los animales invisibles, Cavernas y Largas filas de gente rara entre otras.
Rodolfo J. M.
Estudió ingeniería industrial, pero lo que realmente le apasiona es escribir, por eso cursó un diplomado de literatura y a partir de entonces se ha dedicado al oficio de la pluma. Acerca de cómo llegó a convertirse en escritor Rodolfo comenta:
Yo quería escribir poesía, no solo porque es una forma de trabajar con las palabras y empezar a contar historias. Sino especialmente porque era la manera que me permitía conquistar chicas, ligar chicas. Las historias que yo quería contar además, yo quería que fueran historias de miedo, quería que fueran historias fantásticas, que sorprendieran…
Y lo ha logrado, aquí algunos de sus trabajos: Versos de una hora, Todo esto sucede bajo el agua, La vida amorosa de las cigarras y El abismo: asomos al terror hecho en México, una antología de cuentos de narradores mexicanos, entre otras obras.
Xataka