2025. EL AÑO QUE MARCO MI CAMINO

LA VERDAD Y EL CAMINO

Por:Aquiles Galán

Cuando era niño, la política me sonaba lejana. Sonaba a promesas y a decepciones. Con los años entendí otra cosa: la política es la suma de voluntades, es la participación en foros, congresos con el fin de compartir ideas y panoramas que construyan el beneficio de una comunidad y en la participación directa de quienes sufren y viven distintas realidades.

Este 2025 me encontró en medio de una realidad. Estudiante aspirante a abogado, joven queriendo participar y construir en la política, pero, sobre todo, un joven sencillo que quiere hacer lo correcto para su comunidad y los que viven en ella. Aprendí que querer cambiar no basta. Hay que formarse y trabajar todos los días.

Un poco de contexto que ha definido mi visión

Mi interés nació entre libros, debates y un sentimiento arraigado por el progreso y la justicia. La historia romana —Aristóteles, Platón, César— me mostraron cómo funcionan las instituciones. A los 14 empecé a participar. A los 15 o 16 la vida me acercó a la política y a la Confederación Nacional Campesina.

Llegué con idealismo y poca experiencia. Vi la nostalgia de una organización que perdió impulso por cambios de agenda, sentí el vacío que deja perder una visión colectiva. Pero también vi una oportunidad: ayudar de manera sincera, lejos de ser usado y que los que me acompañasen en un futuro fueran utilizados como recurso político.

Me propuse llevar mis ideas. No permití que las ataran intereses ajenos. Empecé a debatir y a proponer. Insistí en que no basta con quejarse si no hay planes. Aprendí a predicar con el ejemplo y que no basta con opinar si no que a veces, tú tienes que ser el primero que dé un paso enfrente y ponga la primera piedra, aunque en un inicio no muchos tengan fe en lo que pudiese llegar a ser. Sumado, claro a que encontré a mi mentor que ha sido guía, apoyo y fe en mis ideales y que con sus enseñanzas he aprendido que tener fe y voluntad es fundamental para ayudar a los demas. Sin él y sin el apoyo de mi familia…hoy esto sería muy distinto.

2025. El año que marco mi visión

El año me encontró ya en la universidad. Entre estudios, trabajo, deportes y política, entendí lo que es priorizar y sacrificar muchas veces las etapas de mi edad para poder seguir construyendo tus metas. El 10 de abril de 2025 asumí la dirección estatal de la Vanguardia Juvenil Agrarista. Una gran oportunidad y también una responsabilidad grande.

Desde entonces nos pusimos manos a la obra. Hemos creado proyectos acordes a lo que somos y queremos ser: estudiantes… de derecho, de contaduría, comunicaciones, entre otras carreras aplicando lo que saben para poder ayudar a los demás. Hicimos foros, platicas y un proyecto jurídico que hoy nace desde la necesidad social y humana que hoy necita el campo, todo con recursos propios, con fe y voluntad. Comprendimos que una política limpia exige trabajo constante y honestidad.

Entre otras cosas en enero viajé por primera vez a Veracruz para el congreso de la promulgación de la ley agraria fue un viaje que abrió mi visión. Además, aprendí mucho en los pasillos del congreso y del senado en la CDMX, donde tuve la oportunidad, de cuestionar, debatir y compartir mi visión como joven apasionado de la política y el derecho sobre distintos temas. Pero sobre todo aprendí en campo. Conversando con las personas del campo, para así entender y abordar las urgencias reales y poder planear con mi equipo soluciones alineadas desde nuestra perspectiva.

También en 2025 he tenido la oportunidad de trabajar como comunicólogo joven en un este gran medio de comunicación. Ahí pude compartir mi visión política. Ahí aprendí a transmitir mis ideas con responsabilidad y sobre todo transparencia.

Lo que somos y lo que queremos ser

No todo ha sido fácil. Somos estudiantes con recursos limitados. Muchas de nuestras actividades nacieron de nuestros recursos y la voluntad de ayudar. Hay cansancio, hay dudas, pero también hay claridad. Las causas sociales requieren compromiso. Los jóvenes tienen talento, pero necesitan espacios reales para participar.

Hoy veo un movimiento joven que despierta. Veo una comunidad que antes era vista como recurso político, transformarse en protagonista. Veo un equipo. Gente que decidió sumar su tiempo, fe y su esfuerzo para construir algo más grande, pero sobre todo una familia y eso siempre será una razón para seguir luchando.

Mi lección personal. La fe y el sacrificio

Cuando no hay resultados inmediatos, la fe sostiene. No hablo solo de fe religiosa, que además -la tenemos-. Hablo de creer en un proceso. El esfuerzo que no se ve hoy puede dar fruto mañana. Aprendí a creer en mi trabajo cuando nadie más lo hacía, he aprendido trabajar en equipo, así como confiar y creer en el potencial de cada uno de ellos. Liderar para mi es creer en mi equipo, es ser constante, es ser diciplinado, es tener fe y es la voluntad de querer sumar. 

Hacia 2026. Nuestra esperanza de cosecha

Hoy, al cerrar el año, miro atrás con gratitud. 2025 me ha motivado a querer ser un líder y servidor. Me exigió formación, sencilles y humildad. No fue un salto final, es un paso decisivo. Confío en que 2026 será el año de cosecha. Que veremos cómo lo sembrado este año dará fruto pronto, para nuestra comunidad.

A los jóvenes que leen esto les digo: entrenen la voluntad, busquen formación. No se conformen con ser números, construyan proyectos propios. La política va a cambiar y necesitamos estar dentro, con principios y coraje.

Mi nombre es Aquiles Maximiliano Galán Solchaga. Tengo 19 años. Esto apenas empieza, seguimos con fe, con trabajo y con la convicción de que otra realidad para nuestro país es posible si nos atrevemos a construirlo juntos.

“Una pila de piedras deja de ser una pila de piedras en el momento en que un solo ser la contempla, concibiendo por dentro la imagen de una catedral.” -Piloto de guerra Antoine De Saint-Exupéry.

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