En la última década la clase media en México creció a pesar de la crisis para llegar a 44 millones de personas, de acuerdo con los datos dados a conocer ayer por elInstituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). De 2000 a 2010 este segmento social pasó de 35.2% a 39.16% de la población; y de 38.4% a 42.4% de los hogares.
En la medición se consideran 17 rubros del gasto que no son de subsistencia como: el consumo de alimentos y bebidas fuera de casa; gastos en cuidados personales; en educación cultura y recreación, en regalos; pago de tenencia y a tarjetas de crédito, entre otros factores.
En países con economías de tamaño similar como Chile, la clase media abarca a 48% de la población, de acuerdo con una metodología basada en nivel de ingresos, que difiere a la del Inegi.
En 2011, el ex presidente Felipe Calderón indicó que México ya era un país de clase media al señalar que 90 de cada 100 hogares tienen televisión, teléfono y refrigerador y que en 10 años, más trabajadores ganan más de tres salarios mínimos.
No obstante, Rodrigo Negrete, investigador del Inegi a cargo del estudio sobre la clase media en México, expuso que el país “aún no es de mayoría absoluta de clase media y para que lo fuera tendrían que pasar 26 o 27 años, al ritmo de crecimiento que se registró en la primera década de este siglo”.
El investigador explicó que en la medición, se privilegiaron los rubros de gasto sobre los de ingreso debido a que por la crisis de seguridad la gente no declara su ingreso real.
Un hogar típico de clase media, según la clasificación de Inegi, cuenta al menos con computadora; gasta alrededor de mil 466 pesos al trimestre —a precios de 2010— en consumir alimentos fuera del hogar; tener tarjeta de crédito, así como un integrante con trabajo en el sector formal; lo encabece alguien que cuenta con educación media superior y que sea casado, conformando un hogar nuclear de cuatro personas.
Negrete indicó que la estabilidad macroeconómica registrada en la década y el acceso a ciertos satisfactores ayudó al avance de la clase media. “Claro, con la interrupción de la crisis de 2009, pero este episodio, no fue un pasaje hiperinflacionario como las crisis de 1982 y 1994”.
José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, explicó que el mayor acceso al crédito facilita la adquisición de bienes durables en los hogares; sin embargo, un mayor endeudamiento pone en riesgo a la clase media, ante episodios de caídas en el ingreso o pérdida del empleo.
“Una clase media debería tener ingresos suficientes, un ahorro decoroso e inversiones en activos para poder compararse con una clase media de Estados Unidos y de la Unión Europea”, dijo.
En los extremos de ingreso nacional están, por una parte, en 2.5% de los hogares que pertenecen a la clase alta que abarcan a 1.7% de la población del país y en el otro lado del espectro social, la clase baja, se tiene a 55.1% de los hogares donde desarrolla su vida el 59.1% de la población mexicana.
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