El lunes 10 de febrero, un autobús con 70 pasajeros a bordo cayó en un barranco en la entrada norte de Ciudad de Guatemala, dejando hasta el momento 51 personas muertas y varias más atrapadas entre los escombros del vehículo, el cual quedó completamente destruido.
El presidente Bernardo Arévalo expresó su consternación y declaró duelo nacional.
“La tragedia en el Puente Belice es un dolor nacional que lamento profundamente. Me solidarizo con las familias de las víctimas que hoy amanecen con una noticia desgarradora. Su dolor es mi dolor”, publicó en su cuenta de X.
Además, informó que ha instruido el despliegue de personal del Ejército y la CONRED para apoyar las labores de rescate, así como la activación de criterios especiales de atención médica para los heridos.
Investigación en curso
El ministro de Comunicaciones, Miguel Ángel Díaz, reveló que el autobús accidentado tenía más de 30 años en funcionamiento, aunque contaba con licencia vigente para circular. “Es un bus modelo 1995”, detalló en conferencia de prensa.
Las autoridades investigan si el vehículo transportaba más pasajeros de su capacidad y las posibles causas del accidente. “Se ha especulado que venía sobrecargado, pero eso está por determinarse”, señaló Díaz.
Según testimonios de los bomberos, el conductor habría perdido el control del autobús antes de colisionar con varios vehículos ligeros y caer al precipicio.
Rescate entre aguas contaminadas
Cuerpos de emergencia, incluyendo bomberos, policías y la Cruz Roja, trabajan en la recuperación de víctimas entre los restos del autobús, que cayó desde el Puente Belice, una de las principales vías de acceso a la capital.
El rescate se ha complicado debido a que el vehículo cayó en una zona con aguas residuales contaminadas. “La mayoría de víctimas mortales han sido extraídas del río”, informaron las autoridades.
El autobús cubría la ruta desde San Cristóbal Acasaguastlán hasta la Ciudad de Guatemala.