El Radar
Enrique Galindo es el principal candidato a Gobernador de la oposición en 2027, de hecho, a pesar de las calenturas prematuras de algunos, les guste o no, es el único.
Los partidos que lo postularon en 2021 y 2024 van en caída libre, sin credibilidad, sin verdaderos liderazgos y después de esta hecatombe sin ningún otro perfil con el talante necesario para pelearle ese puesto dentro del tablero que sobrevivió y tendrá un lugar en el tablero del 24-27.
Además, tiene el poder y el contrapeso que implica la ratificación única de la confianza ciudadana en la historia de la capital con su abrumadora votación de casi 200 mil votos.
Enrique Galindo Ceballos tiene grandes retos por delante, una nueva fase de abierta pugna con el poder estatal que deberá resolver con una puntillosa estrategia y dos problemas muy importantes, uno el tejido fino y apoyo del nuevo gobierno federal y resolver pronto el problema de la crisis hidríca que subsiste en la capital y la defensa del Interapas.
Aquí compartimos estos puntos y cuestionamientos absolutamente necesarios para entender su escenario presente y futuro y las condiciones que generó su triunfo y presencia como factor durante los próximos años.
1.- ¿Cómo pesará en los nuevos cálculos electorales para el dominante gobierno verde revisar que su estructura completa más los votos de Morena promedio aún no pueden con una ciudadanía que demostró en la capital que no apuestan por su proyecto?
2.- ¿Cómo podrá canalizar con mesura pero inteligencia y resultados Galindo esto para consolidar la oportunidad de ser el alcalde más importante de la historia de San Luis, el que más tiempo estará en el cargo y el que puede cambiar radicalmente la realidad abrumadora que nos ha venido consumiendo?
3.- ¿Existen verdaderos perfiles dentro del llamado Galindismo que lo puedan apuntalar con claridad y efectividad? El pronunciado distanciamiento con la dirigencia estatal de su partido de origen, el PRI está aún marcado por una increíble lista de nominaciones que más que ayudar, parece que estaban hechos a propósito para perjudicar a Galindo, los hacían dependientes de su imagen, estructura y campaña, nombres de perfiles que no por nuevos eran necesariamente malos pero que fueron impuestos sin herramientas, soporte y márgenes de maniobra. Hoy es imperativo que el llamado Galindismo, sí tenga tiempo y forma de trabajar en ese equipo real, de alto perfil, que pueda ser una mezcla de perfiles que sumen, que aporten y que puedan convertir el segundo término de su gestión en un éxito que equilibre las condiciones de una oposición reconstruida y ahora sí competitiva.
4.- ¿Hay posibilidades reales de que Galindo con la calidad moral que le implica su reelección y haber cargado el peso de la oposición en el estado pueda realmente atender de manera adecuada un crossover y tomar las riendas del PAN que está colgado de los hilos del Azuarismo que se mantuvo y poder incluir y renovar condiciones para resucitarlo para actualizarlo y mantenerlo vigente en la base de simpatizantes que mantiene una gran cuota electoral en todo el estado?
5.- ¿Habrá cambios significativos en su gabinete para el segundo periodo al haberse cumplido los tiempos de compromisos previos, cuotas e imposiciones de personajes cada vez menos relevantes y en el último proceso prácticamente inoperantes del viejo sistema priísta-panistaestatal?
6.- ¿Podrá finalmente también dar un golpe de credibilidad en lo que tendría que haber sido su vocación primaria al gobernar, el procurar una mejoría real y abiertamente perceptible sobre el tema de la seguridad en alianza con la federación y moderando con efectividad la tensa liga que se mantiene en el tema con el estado?
Galindo tiene empaque y hoy el aval ciudadano para ser una fuerza política por si mismo, los retos y desafíos están en frente y el futuro depende de combatir su destino con inteligente transparencia, el dominio de su ego y el jugar en equipo en el liderazgo de la reconstrucción de la oposición con consciencia y congruencia serán clave en el color de su destino.
