El 72 por ciento de los estadounidenses se muestra a favor de legalizar a los inmigrantes indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos y que cumplan ciertos requisitos, según una encuesta de opinión publicada hoy por el Pew Research Center.
Entre los que se muestran a favor de la legalización de los indocumentados, el 42 por ciento creen que éstos deberían poder solicitar si lo desean la nacionalidad estadounidense, mientras que el 26 por ciento de ellos considera que sólo deberían poder optar a la residencia permanente.
Por partidos, los votantes demócratas (80 por ciento) y los independientes (76 por ciento) son más favorables que los republicanos (56 por ciento) a la legalización de los inmigrantes sin papeles.
Seis de cada diez estadounidenses rechaza la idea de que legalizar a los inmigrantes indocumentados sea una recompensa por su mal comportamiento, mientras que tres de cada diez considera que haciéndolo se les recompensa por haber entrado ilegalmente en el país.
Está última opinión está más extendida entre los republicanos (58 por ciento) que entre los demócratas y los independientes (33 por ciento, cada uno).
Los estadounidenses se encuentran, sin embargo, más divididos cuando se les pregunta sobre su opinión sobre los inmigrantes y la inmigración en general.
El 51 por ciento de los encuestados opina que los inmigrantes hacen que Estados Unidos sea más fuerte gracias a su trabajo duro y su talento, mientras que el 41 por ciento considera que los inmigrantes son una carga para el país porque quitan el trabajo, el alojamiento y los servicios sanitarios a los estadounidenses.
Los norteamericanos se encuentran divididos sobre si la inmigración legal a Estados Unidos debe reducirse (31 por ciento), aumentar (24 por ciento) o mantenerse en los niveles actuales (39 por ciento).
El 51 por ciento de los encuestados considera que todavía se puede hacer mucho más para reducir la inmigración ilegal reforzando la seguridad en las fronteras.
El 37 por ciento de los estadounidenses aprueba como el Presidente Barack Obama está manejando el tema de la inmigración, mientras que el 56 por ciento lo rechaza.
La reforma migratoria, aprobada por el Senado en junio de 2013, murió el verano pasado en la Cámara de Representantes, ante la negativa de los republicanos de someterla a un voto en la cámara baja.
El pasado mes de noviembre, Obama anunció decretos migratorios, ante la falta de acción por parte del Congreso.
Los decretos se encuentran bloqueados desde febrero por un Juez de Texas, a la espera de que los tribunales decidan si el presidente se excedió o no en su poder ejecutivo a la hora de conceder papeles temporales a unos cinco millones de indocumentados de los 11 millones que viven actualmente en Estados Unidos.
Pew Research Center realizó esta encuesta entre el 12 y 18 de mayo y entrevistó a 2.002 adultos, por todo el país.
Con información de: Sin Embargo
