Un grupo de astrónomos capó el momento en que un planeta quince veces mayor que Júpiter es absorbido por un agujero negro ubicado en la galaxia NGC 4845, a 47 millones de años luz de la Tierra.
Los científicos de la diversidad de Ginebra afirman que el agujero estaba “dormido” desde hacía más de 30 años, según el comunicado difundido por la universidad suiza.
“Fue una observación totalmente inesperada en una galaxia que estuvo tranquila durante por lo menos 20 o 30 años», dijo Marek Nikojuk, de la universidad de Bialystok, en Polonia, el principal autor de un artículo publicado en la revista Astronomy & Astrophysics”, en declaraciones difundidas por la Agencia Espacial Europea (ESA).
Según el investigador, al agujero le tomó alrededor de 90 días desviar al planeta de su curso y absorber casi el 10% de su masa total. El resto del planeta permaneció en órbita.