Entre los documentos hay importantes hallazgos e importantes revelaciones sobre implicaciones de Estados Unidos con dictaduras fascistas, especialmente en América Latina
WikiLeaks comenzó la difusión de más de 1.7 millones de nuevos documentos diplomáticos clasificados de Estados Unidos de la época de los años 70, en la que Henry Kissinger estuvo al frente del Departamento de Estado.
Sobre México figuran 51 mil 642 cables, sobre el país en específico o bien que lo mencionan.
Entre la información que figura sobre México se puede encontrar reportes sobre la actividades de la Liga Comunista 23 de septiembre, la transición presidencial entre Luis Echeverría y José López Portillo, comunicaciones del entonces embajador de EU en México, Joseph John Jova, y sus opiniones sobre personajes de la época como el ex secretario de gobernación Mario Moya Palencia.
En un comunicado, WikiLeaks indicó que los cables están disponibles a través de un buscador denominado Public Library of US Diplomacy (PlusD), con el cual se podrá acceder de manera más fácil y rápida a los documentos con la ayuda de una palabra clave, el país o año.
La colección PlusD se actualiza a partir de una variedad de fuentes, incluidas las fugas de datos, documentos publicados bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) y los publicados por el Departamento de Estado.
“Los Cables de Kissinger son parte del lanzamiento de hoy de la biblioteca pública de WikiLeaks, que brinda al mundo la colección más grande de documentos confidenciales o comunicaciones diplomáticas confidenciales de Estados Unidos”, destacó.
Los Cables de Kissinger comprenden más de 1.7 millones de documentos diplomáticos de Estados Unidos durante el período de 1973 a 1976, incluyendo 205 mil 901 documentos relativos a la labor del ex secretario de Estado estadounidense.
Los documentos clasificados datan desde 1 de enero de 1973 hasta el 31 de diciembre de 1976.
WikiLeaks destacó que el contenido de los nuevos documentos clasificados se irá informando durante toda la semana por sus socios internacionales, varios medios informativos internacionales de Estados Unidos, España, Italia, Reino Unido, entre otros.
“Los documentos también contienen informes diplomáticos sobre la guerra de 1973 entre Israel, Egipto y Siria”, destacó el comunicado de la organización fundada por Julian Assange, quien sigue recluido en la embajada de Ecuador en Londres.
Vaticano minimizaba crímenes de Pinochet
En uno de los cables, fechado el 18 de octubre de 1973 y enviado a Washington por la embajada estadounidense ante la Santa Sede, se citó a Giovanni Benelli, entonces sustituto en la Secretaría de Estado Vaticana, quien descartó las versiones de que el régimen de Pinochet cometiera abusos.
Según el texto, Benelli expresó la “grave preocupación” del Papa (Paulo VI) y la suya misma por “el éxito de la campaña de la izquierda internacional, que representa en modo completamente falso la realidad de la situación chilena”.
El prelado calificó como “exageraciones” de prensa las noticias sobre la represión de la dictadura chilena.
Consideró que se trataba del “más grande éxito de la propaganda comunista”, al punto que “círculos conservadores y moderados parecen dispuestos a creer en las más grandes mentiras sobre los excesos de la junta militar chilena”.
Benelli aseguró que el episcopado chileno le había confirmado que “las historias de represión brutal descritas por la prensa mundial eran infundadas”.
El intercambio de información tuvo lugar cinco semanas después de que el general Pinochet derribó con un golpe militar al gobierno de Salvador Allende y asesinó o encarceló a miles de opositores.
En los años sucesivos, el Vaticano comprendió la gravedad de los abusos cometidos por el régimen de Pinochet, pero se negó a criticar abiertamente al dictador, e incluso el ex secretario de Estado, Angelo Sodano, lo defendió cuando en 1998 fue detenido en Londres.
Otro telegrama publicado por Wikileaks refirió el encuentro que el cardenal chileno, Raúl Silva, tuvo en 1974 con Paulo VI, al que dio “una visión más bien pesimista de la situación chilena general, sosteniendo que tenía poca confianza en la voluntad del liderazgo (chileno) de restablecer las libertades civiles”.
Sobre Argentina
En otros cables publicados parcialmente por el semanario LEspresso y el diario La Repubblica, se confirmó la cercanía entre el nuncio apostólico en Argentina, Pio Laghi, y el almirante Emilio Massera, quien formó parte de la junta militar que en 1976 depuso a la presidenta María Estela Martínez de Perón.
Otro cable sobre la dictadura argentina conocido este lunes se refiere al sacerdote jesuita Francisco Jalics, en el centro de la reciente polémica, porque presuntamente no habría sido protegido por el actual Papa Francisco, quien en esos años era su superior.
Jalics y el también jesuita Orlando Yorio fueron arrestados en mayo de 1976 y, según uno de los cables, el 23 de septiembre de ese año, Washington transmitió a la embajada estadounidense en Buenos Aires un breve telegrama.
En él se informaba que “la ciudadana estadounidense Isabella Jalics, madre del sujeto, estaría agradecida de recibir todo tipo de información disponible sobre su hijo”.
Cinco días después la embajada estadounidense en la capital argentina respondió reconociendo que sabía del arresto de Jalics y se comprometió a mantener informado al departamento de Estado.
En noviembre de 1976 el caso fue cerrado porque el secretario de Estado, Henry Kissinger, informó a la embajada estadounidense que Jalics estaba seguro en su casa, a donde regresó el día 2 de ese mes.
Con información de: http://www.animalpolitico.com/2013/04/libera-wikileaks-1-7-millones-de-nuevos-documentos-diplomaticos/#axzz2PuUno33g