CUERNAVACA, Mor. 9 de abril.- La líder estatal del Partido Acción Nacional (PAN), Norma Alicia Popoca Sotelo, confirmó que loshermanos de los gobernadores de Morelos, Graco Ramírez y de Guerrero Ángel Aguirre, fueron nombrados delegados federales en ambas entidades.
“Lo que habría exigir como ciudadanos, es justamente revisar el perfil, las características, los antecedentes del desempeño de su función pública en otros cargos como entiendo en el caso de Aguirre los ha desempeñado en Guerrero, de tal manera que habría que revisar eso y si exigirle la buena conducción y aplicación de los atribuciones que le corresponden hoy como delegado”, señaló la lideresa panista.
Mientras que Jaime Francisco Ramírez Garrido Abreu, fue nombrado delegado del Instituto Nacional de Migración en Guerrero, Carlos Mateo Aguirre Rivero quedó como delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en Morelos.
“Sin duda llama la atención los parentescos y los intercambios hacia delegaciones, pero no olvidemos que esta es una atribución del gobierno federal, si el gobierno federal así ha decidido, dado los perfiles entiendo que deberán haber cubierto, los perfiles, los requisitos para poder ser delegados federales y entonces pues habría que preguntarle más bien a las respectivas secretarías que hicieron estos nombramientos”, expresó.
Explicó que los nombramientos de los hermanos de los mandatarios morelense y guerrerense, llaman la atención, sin embargo, indicó quelos cargos son atribuciones del gobierno federal y a éste a quien habría que preguntarles en qué se basó para hacerlos.
La dirigente estatal prefirió no responder si a esto se deberá el respaldo que da el mandatario morelense, emanado de los partidos de izquierda al presidente Enrique Peña Nieto, y solo comentó que el hecho llama la atención y que se debe de exigir conocer la experiencia de los hermanos de los gobernadores en la función pública.
La dirigente blanquiazul, insistió en que se revisen sus perfiles y sus antecedentes como funcionarios públicos, además de que se vigile su desempeño para descartar que su nombramiento haya sido producto de una negociación política.