Una bicicleta puede cambiar la vida de un niño que vive en un entorno rural. Además de la diversión y el ejercicio, este medio de transporte puede propiciar una sinergia positiva en comunidades rurales que invierten gran parte de su tiempo en traslados.
Y es que para un grupo de jóvenes universitarios y profesionistas, el asistencialismo hacia las comunidades indígenas de Jalisco tiene que ir más allá de donativos de canasta básica.
La Cruzada Nacional contra el Hambre del gobierno federal incluye a algunas comunidades wixárikas, o huichol, que habitan en el interior del municipio de Mezquitic, uno de los territorios con altos grados de marginación.
Para integrantes de la asociación civil Agencia por la Regeneración Socio-Ambiental (ARSA) que trabaja en la comunidad de San Andrés Cohamiata y otras cinco aledañas, los apoyos por parte de los niveles de gobierno deben atacar problemas de fondo como la educación y economía locales.
“Muchas veces la intensción de llevar cosas y donar es positiva y tiene su impacto, pero hay que tener cuidado con qué es lo que vamos a donar para no caer en los mismos errores que estamos cayendo en las ciudades”, dice Héctor Flores, integrante de ARSA.
Proponen algo distinto y sencillo, no llevan comida, ni dinero, sino un instrumento que podría servir como agente de cambio: bicicletas.
“Llevándolo más a fondo es un proyecto que puede estimular por el lado de la educación, el deporte, la economía y muchísimos lados, es un proyecto integral relativamente sencillo”, dice Efraín Orozco, representante de ARSA.
En el proyecto ejecutivo Wixabikla, donde participan la Asociación para la Investigación Capacitación y Asistencia Wixárica, la Casa de Salud Huichol y ARSA se propone “la bicicleta como catalizador estratégico de desarrollo en localidades rurales o marginadas.
“Este tipo de proyectos expresan el potencial de la bicicleta para encaminar al progreso rural, ya que disminuye drásticamente la dificultad-tiempo de traslado y los costos; esto se ve reflejado en mayor capacidad laboral-productiva.
“A largo plazo, eleva el nivel de autosuficiencia de comunidades rurales y centros de población”, dice el documento de proyecto ejecutivo.
Las comunidades que el proyecto Wixabikla acercará por medio del uso de la bicicleta tienen juntas una población de mil 869 habitantes, según el Censo de Población 2010, de los cuales el apoyo irá dirigido a 142 niños entre los 9 y 14 años y que viven fuera de San Andrés Cohamiata
El objetivo de este proyecto, es que eventualmente todos los niños y jóvenes que están inscritos en los programas educativos de la Secretaría de Educación Pública tengan una bicicleta para aminorar el problema de deserción.
Pero a largo plazo el proyecto de movilidad rural que propone Wixabikla vinculará cinco localidades con una de mayor desarrollo y que cuenta con todos los servicios, como es San Andrés Cohamiata.
Esteban Gutiérrez, representante de ARSA, comenta que la dinámica de movilidad entre comunidades es centralizada:
“San Andrés Cohamiata es la localidad principal, tiene mil 300 habitantes, pero tiene otras cinco localidades que están cerca, unas a 5 kilómetros, otras a 30 kilómetros, pero son localidades entre las cuales tienen 500 habitantes.
“Y entonces hay una dinámica rural muy interesante porque como en San Andrés están los servicios de educación, salud, comercio, bienes y servicios, todas las personas de las cinco localidades están constantemente trasladándose a San Andrés”.
La bicicleta como medio de transporte y comunicación propiciará una articulación para que exista un desarrollo intercomunitario con el cual aumente el grado de autosuficiencia de las localidades cercanas a San Andrés Cohamiata.
El proyecto Wixabikla conectará a estos jóvenes de cinco comunidades con San Andrés Cohamiata. Las distancias de traslado son distintas, para el Carrizal es de 15 kilómetros, la Laguna de 18.5, San José de 22, Santa Clara de 7 y Cohamiata de 2.5 kilómetros.
El uso de la bicicleta reducirá los tiempos de traslado a menos de la mitad.
“Los tiempos rurales son muy valiosos por esto, porque si lo utilizas en trasladarte lo dejas de utilizar para trabajar, entonces la bici en este sentido tiene un potencial enorme”, dice Esteban Gutiérrez.
Como primer objetivo Wixabikla apoyará a la comunidad de la Laguna “que está a 18 kilómetros y ellos caminando se avientan dos horas y media y pues con la bici se van a aventar 40 o 45 minutos”, dice Héctor Flores, integrante del proyecto.
“Decidimos empezar con un donativo que tuviera un impacto y que fuera un catalizador para el pueblo huichol, en este caso, intercomunicativo en las comunidades aledañas a San Andrés, que es la capital”, agrega.
Sin embargo, la entrega a las comunidades será a partir de bicicletas donadas en distintos centros de acopio en Guadalajara. Las 180 bicicletas que se reúnan serán exclusivamente de montaña por las características del territorio en el que están situadas las comunidades.
Pero no solo se hará la entrega de bicicletas, sino que se dará un seguimiento por parte de ARSA para capacitar a los niños y jóvenes huicholes en su mantenimiento y que estas sean utilizadas de forma segura y habitual.
“Se tiene todo un plan alrededor de esto, se les va dar cursos de capacitación desde la mecánica simple de la bicicleta y también las posiciones de uso”.
“Wixabikla tiene como objetivo principal apoyar a los niños que van a las escuelas a San Andrés Cohamiata, de ahí se derivan otras cuestiones, la intercomunicación para que puedan ir a intercambiar un grano a otra comunidad”, dice Héctor Flores.