La llegada de extranjeros sin papeles a la Unión Europea cayó a la mitad en el año 2012. Ese descenso, el mayor registrado nunca por las autoridades comunitarias, sitúa en 72.430 el número de inmigrantes detectados, según datos presentados hoy porFrontex, la agencia europea que controla las fronteras exteriores del territorio comunitario. Más allá de que la estabilización en los países que protagonizaron la primavera áraberedujo los flujos respecto a 2011, los responsables de Frontex atribuyen el cambio de tendencia al mejor control de la frontera griega.
La asfixia económica que vive Europa ha provocado una mayor atención a los movimientos transfronterizos. La mitad de los que detecta Frontex entran por la ruta del Mediterráneo Este, por Grecia, Bulgaria y Chipre. Y es precisamente ahí donde opera el nuevo sistema de detección griego, que ha movilizado a 1.800 policías en la frontera con Turquía. Desde que entró en vigor, en agosto de 2012, las entradas descendieron drásticamente, de unas 2.000 semanales a menos de 10.
El retroceso también fue notable en la parte Oeste del Mediterráneo, la que afecta a España. Los 6.400 que accedieron a Europa supusieron un 24% menos que en 2011. Por el lado oriental, el director de Frontex, Ilkka Laitinen, destacó el moderado número de entradas por las islas Canarias, que atribuyó a “los esfuerzos diplomáticos de España con Mauritania y Senegal” para controlar el territorio y expatriar a los extranjeros sin posibilidad de quedarse. Pese a todo, Laitinen advierte: “Prestamos mucha atención a esa ruta porque a través de ella acceden las migraciones del Sahel”.
Esa es precisamente una de las conclusiones del estudio. Pese a la mejora de las cifras, “los riesgos asociados al cruce ilegal de fronteras por tierra y mar sigue siendo de los más altos, especialmente en la zona sur”, subraya el documento. El director de Frontex recordó además que la estabilización de los países que protagonizaron la primavera árabe está lejos de conseguirse, como demuestran las turbulencias que vive Egipto.
Por nacionalidades, los afganos siguen siendo con diferencia los que más cruzan la frontera, casi uno de cada tres extranjeros detectados. El mayor cambio en el perfil de quienes se arriesgaron a entrar sin papeles en la UE se detecta en los sirios, que en 2012 representaron cinco veces lo que suponían el año anterior.
El director de Frontex explica que la mayor parte de los inmigrantes detectados regresa a sus países de origen, pero que cada caso se estudia de manera individual para garantizar que se cumplen las normas de derechos humanos. Pese a todo, la agencia da cuenta de entre tres y seis millones de extranjeros que viven ilegalmente en la Unión Europea, según cálculos conservadores. Otras cifras recogidas en el informe elevan el cómputo a ocho millones.