Giorgio Napolitano, de 88 años, cuyo mandato como presidente de la República concluye el próximo 15 de mayo, será elegido nuevamente.
Así se lo han pedido el Partido Democrático y el Pueblo de la Libertad deSilvio Berlusconi, como única alternativa para resolver el caos en que se encuentra la política italiana, con un parlamento incapaz de elegir un presidente.
Y él ha respondido que sí. En un comunicado ha asegurado que aceptará un segundo mandato por «responsabilidad hacia la nación».
Pier Luigi Bersani del PD y Berlusconi han acudido separadamente esta mañana al Palacio del Quirinal, residencia del jefe del Estado, y le han implorado que acepte ser reelegido ante la gravedad de la situación del país. También le han pedido que continue la Liga Norte y el grupo centrista Scelta Civica de Mario Monti.
Hasta ahora, Napolitano había rechazado tajantemente presentarse a la reelección, pero ante la gravísima situación que se ha creado ha tenido que repensar su anterior criterio. A las 15.00 horas dará a conocer su posición definitiva, que es la de aceptar, según han confirmado fuentes próximas a Bersani y Berlusconi.
La presidencia de la República ha emitido un comunicado: «Por parte del PD, PDL, Liga y Scelta Civica se ha mostrado la convicción de que en la grave situación que se ha creado, es altamente necesario y urgente que el Parlamento pueda dar lugar a una manifestación de unidad y cohesión social mediante la reelección del presidente Napolitano».
La quinta votación que se ha producido esta mañana ha tenido el resultado esperado: fumata negra. Después de la debacle de ayer, con la eliminación del exprimer ministro Romano Prodi por parte de 101 francotiradores, el partido Democrático se encuentra en el más absoluto caos, con su secretario Pier Luigi Bersani dimisionario. Anteriormente a Prodi, había sido quemado tambén en tres votaciones el expresidentes del Senado Franco Marini.
Salvador de la patria
El escenario próximo podría ser el siguiente: Napolitano sería votado mayoritariamente esta misma tarde para otro mandato de siete años, único caso en la historia de la República italiana. Giorgio Napolitano aparecerá de nuevo como el salvador de la patria, pero inevitablemente impondrá algunas condiciones. Seguramente tendrá manos libres para encargar la formación de un nuevo gobierno, que podría recaer en el exprimer ministro Giuliano Amato, quien presidiría un gabinete de coalición o amplia mayoría. Su composición sería muy parecida a la comisión de sabios que formó el propio presidente Napolitano a comienzos de abril, para que le dieran un informe con la posibles reformas a realizar en el campo económico y constitucional. En esa comisión había miembros de varios partidos, y expertos en temas económicos y constitucionales.
Giuliano Amato, relevo
Teniendo en cuenta la avanzada edad de Napolitano, cabe suponer que haya impuesto un límite a su presidencia, para no llegar a los siete años que indica la Constitución para el presidente de la República. En ese caso, Napolitano podría ser sustituido por Giuliano Amato, dándose el relevo en la presidencia.
En definitiva, el voto de confianza que esta tarde obtendrá Napolitano en el parlamento debe significar también un apoyo a la decisión que adoptará para la formación del gobierno. Giorgio Napolitano vuelve a salvar a Italia, pero su decisión, que será muy apreciada por los italianos y en el exterior, no puede ocultar el fracaso de la clase política italiana, en particular la mediocridad de los dirigentes de la izquierda, principales responsables de la situación caótica que está viviendo el país.