La versatilidad de los vehículos no tripulados no sólo se limita a tareas de vigilancia o incursiones bélicas. En México, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), demostraron que pueden ser herramientas útiles para la exploración arqueológica.
Luego de más de dos años de haber iniciado la exploración del túnel bajo el Templo de la Serpiente Emplumada, en Teotihuacan, la etapa más reciente será decisiva para los investigadores.
Los aproximadamente 35 metros que restaban para llegar a lo que posiblemente es una cámara principal fueron recorridos por Tláloc II-TC, un robot que presenta extensiones para sortear las irregularidades del terreno.
Sin embargo, no fue una sino tres cámaras en el subsuelo las que el vehículo del INAH, las cuales se dice que podrían contar con una configuración similar a aquellas que se descubrieron bajo la Pirámide del Sol hace cuatro décadas.
Esta es la tercera ocasión en todo el mundo que un robot es usado para diseñar estrategias de excavación, explicó el INAH, haciendo alusión a Tlaloque I, el cual también se utilizó dentro del túnel bajo el Templo de la Serpiente Emplumada o de Quetzalcóatl.
El túnel fue descubierto en 2003 por Sergio Gómez y Julie Gazzola, pero su exploración requirió años de planeación para poder concretar la investigación. Por su parte, el pasaje subterráneo fue cerrado hace mil 800 años por los propios teotihuacanos y nadie había podido explorarlo por completo hasta ahora.
La experiencia previa con Tlaloque I fue clave para modificar el diseño del nuevo robot y ahora el control y las cámaras de video de su sucesor operan sin cables, refirió el ingeniero en robótica, Hugo Armando Guerra Calva.
Tláloc II-TC está equipado con un control y cámaras de video que operan de manera inalámbrica y con orugas de tracción para su desplazamiento y brazos que le permiten sortear los obstáculos bajo tierra.
Por otra parte, para realizar el análisis cuenta con un escáner que toma medidas de 0.1 a 5 metros por encima de la altura total. Sin embargo, de acuerdo con el sitio Fayer Wayer, la exploración del robot fue interrumpida debido al exceso de lodo en el terreno y será reanudada en cuestión de horas.
A Tláloc II-TC se le suman otros robots que se piensa incorporar a las investigaciones. El primero, semejante a un insecto, de 40 centímetros de ancho con los brazos extendidos y que porta una cámara infrarroja, el cual desciende por instrucciones giradas desde una computadora y su misión es realizar la exploración a nivel del suelo.
El segundo cuenta con cuatro hélices que le permiten mantenerse suspendido en el aire y tomar imágenes con cámaras de video, aunque sólo será utilizado en exteriores debido a las corrientes de aire dentro del túnel y al espacio reducido, por lo que podría utilizarse en otra etapa.