Barcelona apela al fútbol para combatir al Bayern Múnich

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Al Barça le mueve la pelota, en la victoria y en la derrota, también ante el Bayern, que lleva una renta de 4-0. Nadie en el Camp Nou mentó la palabra remontada ni apeló al instinto, la épica o la heroica. No es una cuestión de estómago sino de cabeza. Aunque el fútbol se juega con los pies, se procesa en el cerebro. Los azulgrana recurren al juego y a su espíritu lúdico como vía para combatir al ogro alemán. El plan es jugar bien al fútbol y, a partir de ahí, el partido llevará al equipo hasta donde sea, un escenario ahora desconocido. No hay más consigna que la de ser “genuinamente” Barça.

Ayer, antes de pisar la cancha, no se esperaban discursos, arengas ni vídeos de motivación en el vestuario sino que los jugadores aguardaban consignas tácticas para visualizar bien el partido de hoy (20.45, C+ LC) después de que el entrenador repasara el lunes la dolorosa goleada encajada en el Allianz Arena. A los azulgrana les faltó competitividad en Múnich. “Todo les salió bien”, corroboró Tito Vilanova. “Sacamos petróleo de nuestro tamaño”, concretó Müller.

Ha habido encuentros en que al Barça le ha podido la especulación o posesión estéril, puede que por la fatiga, y ahora necesitan reconocerse ante el espejo, aún sabiendo el riesgo que supone retar al Bayern. La mejor versión del Barça de Tito duró hasta que se aseguró prácticamente la Liga, justo cuando doblaba el calendario, cuando perdió su condición de invicto en Anoeta. Desde entonces ha dado la sensación a menudo de negociar el resultado en lugar de ir a por el partido. Ahora necesita recuperar su mejor versión, y por sus palabras se supone que el técnico no prepara grandes sorpresas, sino que tratará de volver al inicio, aunque el estado de forma del grupo no sea el mismo.

Quiere el Barça que el Bayern dude y ganarse el aplauso de la afición con independencia del marcador. Los alemanes de momento son pura cortesía. Los parabienes hacia el Barça se suceden sin que se sepa muy bien si es una encerrona o una llamada a un partido pacífico. Tampoco los azulgrana han respondido con retos, exabruptos ni desafíos sino con realismo: pretenden que se les pueda volver a identificar como el gran equipo que son y no con su recuerdo.

“Hay que ser nosotros mismos”, recitó Vilanova. “Los goles tienen que llegar a partir del juego y del fútbol. Hay que ser mejores que el Bayern”, insistió. “No podemos dar por perdida la eliminatoria y si no le damos la vuelta hay que hacerlo con la cabeza alta. Nuestra gente tiene que sentirse orgullosa de nosotros. La palabra es orgullo y respeto: respeto hacia el equipo, hacia el público, hacia lo que dicen de nosotros los rivales. Tenemos la obligación de ser mejores que en Múnich”. Piqué fue mucho más gráfico y hasta cierto punto contradictorio con su técnico: “Es un día para ser niños y perder el sentido común”.

Heynckes, mientras, estuvo especialmente amable y respetuoso: “El Barcelona es un ejemplo de deportividad. Tanto dentro como fuera del campo, su comportamiento y actitud ha sido exquisita. Seguirá siendo el mejor equipo del mundo. Es muy capaz de hacerlo, de superar el resultado de la ida”. Una vez elogiado el rival, el entrenador alemán reparó en su equipo: “Nuestra cultura es jugar al ataque, crear y marcar goles. Hasta Cruyff aseguró que el año pasado fuimos el mejor equipo de Europa. Pero también sabemos defendernos muy bien”.

A jugar por la estadística, el Bayern es uno de los peores adversarios como visitante por su exuberante despliegue físico y sus recursos tácticos: únicamente ha cedido en casa del Bate. Ocurre que el Camp Nou le trae los peores recuerdos: perdió la final de la Copa de Europa en 1999 cuando encajó dos goles en el descuento ante el Manchester United (2-1) y salió goleado 10 años después por el Barça (4-0). Heynckes tiene un problema añadido para cuadrar la alineación. Hasta seis futbolistas están apercibidos de sanción; Lahm, Dante, Javi Martínez, Mario Gómez, Luiz Gustavo y Schweinsteiger.

Más problemas tiene Tito. A las bajas de Puyol y Mascherano —lesionados— y Alba —sancionado—, se ha unido la de Busquets, víctima de la pubalgia. Tampoco se sabe quién acompañará a Messi (59 goles este curso), sobre todo si se atiende a que el equipo necesita recuperar su agresividad ofensiva y finura, ser fiel a la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. Los azulgrana han encajado 62 goles en 54 partidos, solo en 16 ocasiones han dejado la portería a cero y han formado nueve zagas diferentes en 11 encuentros. Necesitarán presionar mejor, aumentar la velocidad del balón y evitar los saques de esquina: el Bayern botó 11 en Múnich.

Aunque sus dos últimas eliminaciones europeas se produjeron en el Camp Nou —Inter y Chelsea—, el Barça confía también en que la afición “apriete”: si el equipo se encomienda al fútbol, a la afición le toca ponerle el alma. No se trata de ser héroes ni villanos sino simplemente futbolistas.

http://deportes.elpais.com/deportes/2013/04/30/champions/1367344565_322611.html

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