Romario Dos Santos Alves, de apenas 25 años, se inyectó una mezcla de aceite, antiinflamatorios y alcohol en el cuerpo.
Un fisicoculturista que quería parecerse físicamente a Hulk, arriesgó su vida al inyectarse aceite en sus brazos. Hablamos de Romario Dos Santos Alves, de apenas 25 años, quien se inyectó una mezcla de aceite, antiinflamatorios y alcohol en el cuerpo.
El joven afirma que el experimento le costó su salud y casi su vida, pues los doctores llegaron a adelantarle que había la posibilidad de necesitar cortarle sus dos brazos.
“Yo quiero que otras personas vean el peligro. Yo pude haber muerto y todo porque quería músculos más grandes. Solo no vale la pena”, asegura Dos Santos Alves.
Añadió que sus músculos llegaron a estar tan dañados que parecían rocas y que ya ni siquiera se podía inyectar.
Fuente: López Doriga