No es muy común que el autor japonés más internacional de la literatura contemporánea, Haruki Murakami, lleve a cabo apariciones públicas, pero la acontecida este lunes en Kyoto, la ciudad donde nació en 1949, fue una noticia que recorrió el mundo. Se trató del reencuentro del escritor de Tokyo Blues, 1Q84, El pájaro que da cuerda al mundo y el reciente compendio de cuentos Después del terremoto tenía con sus paisanos después de 18 años de ausencia. El gran pretexto fue la presentación de Incoloro Tsukuru Tazaki y el año de su peregrinación, que desde que salió al mercado en abril pasado vendió la increíble cifra de 1 millón de ejemplares, en un acto multitudinario llevado a cabo en la universidad local. Se trata de la primera novela de Murakami en tres años y es un reflejo de su profundo interés por las personas y sus relaciones con los demás, según dijo el propio Haruki en Kyoto.
La última vez que el escritor había sido visto en público fue en Kobe en 1995, donde realizó una lectura pública para recaudar fondos para las víctimas del terremoto. La visita este lunes a la universidad fue para honrar la memoria de su amigo, el psicólogo Hayao Kawai, fallecido en 2007. Al acto asistieron 500 de sus lectores, quienes ganaron su asiento mediante una lotería.
No se permitió la grabación o filmación de su charla, lo que sin duda aumenta una de las grandes herramientas de atracción de Murakami (además de los libros, claro): su misterio, su tendencia a la reclusión. “Quería correr y tomarme el tren bala esta mañana”, dijo en broma el escritor conocido por su proverbial timidez, al tiempo que habló de la nueva novela, protagonizada por un ingeniero de 36 años llamado Tsukuru Tazaki , fanático de las estaciones de tren y que viaja a Finlandia para reencontrarse con dos viejos amigos que lo habían rechazado 16 años atrás.
EL CLAMOR POR LA TRADUCCIÓN
La crítica y los lectores en Japón, el único país donde por ahora está disponible el libro, han expresado su beneplácito por una historia que como todas las de Murakami resulta adictiva. “Sentí un gran interés por ahondar en la gente real. Los personajes comenzaron a actuar por su propia cuenta, estaba intrigado por las relaciones personales”, dijo Murakami. Los lectores en inglés y suponemos que los de español, teniendo en cuenta que por ejemplo en México el escritor japonés es el más leído, claman por la pronta traducción. De hecho, ya han comenzado una campaña en Twitter para presionar a los editores para que se apuren a volcar la novela en su idioma. Un “daño colateral” de la salida de Tsukuru Tazaki y el año de su peregrinación es que la novela disparó en Japón las ventas de discos de Fran Litz, de cuya obra “Années de Pèlerinage·
(Años de peregrinaje) el autor tomó el título, informó la agencia EFE. Murakami describe y utiliza las composiciones del artista húngaro (1811-1886) para acompañar al protagonista de su nuevo libro en un viaje introspectivo en busca de su pasado. El escritor japonés menciona especialmente las interpretadas por el pianista ruso Lazar Berman, lo que ha hecho que sus grabaciones de la composición se hayan agotado en Japón.
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