No es famoso, pero el galardón que creó está cambiando vidas.
El Premio Global al Maestro entrega US$1 millón a un docente que se distinga en su disciplina.
Este año lo ganó la estadounidense Nancie Atwell quien anunció que se lo donaría todo a su escuela en Maine.
Entre quienes la aplaudieron se encontraban el expresidente de EE.UU. Bill Clinton y, en una pantalla por conexión de video, el mismísimo Bill Gates.
El fundador y financista de este proyecto global es Sunny Varkey, quien asegura querer recuperar el estatus y el reconocimiento que alguna vez tuvo la profesión de docente, además de darle cierto brillo y glamour.
Sin embargo, Varkey recuerda que antes de lanzar el proyecto casi todos le decían que su idea era terrible.
Pensaban que el hecho de que un docente obtuviera un premio que normalmente se asocia a una estrella del cine o al bono de un banquero iba contra el espíritu de la educación.
Pero él le hizo caso omiso y siguió su instinto.
“La profesión más importante”
“La docencia es la profesión más importante del mundo y debería ser respetada como tal”, opina Varkey.
Dice que le irrita ver como las estrellas de los realities de la televisión tienen más espacio en los medios de comunicación que las personas que realmente influyen en nuestras vidas, como los maestros.
Según Varkey, haber seguido su instinto a pesar de la oposición a su idea fue actuar como un verdadero emprendedor.
“Ha sido la historia de mi vida”, explica.
El multimillonario de origen indio, que reside en Dubai, es uno de los empresarios del sector educativo más exitosos del mundo.
Maneja escuelas privadas y públicas en 14 países, la mayoría de ellas en el Golfo Pérsico, aunque su “imperio” también abarca a Medio Oriente, Asia, África, Europa y EE.UU.
Ahora planea expandir su grupo a mercados como Lejano Oriente, América Latina y África.
Escuelas internacionales
Varkey lleva la docencia en su sangre.
Sus padres eran maestros cristianos que emigraron a Dubai en 1959 desde la región de Kerala, en el sur de India.
“Llegar hasta donde estamos fue una tarea titánica”, recuerda.
Viajaron en barco al Golfo y allí lanzaron un negocio de clases particulares y luego abrieron una escuela para la comunidad india local.
Siendo el más joven, Sunny ayudaba conduciendo el autobús escolar.
“Recuerdo el respeto con el que trataban a mis padres. En India también los docentes gozaban de una alta estima”.
Sin embargo, dice estar “conmocionado” por el declive que ha experimentado últimamente el estatus de los docentes.
“Ha habido docentes que han ayudado a crecer a personas que luego fueron primeros ministros, presidentes y científicos, y nadie se fija en ellos”, advierte.
Cuando en una oportunidad asistió al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, notó el mismo desdeño entre la élite política. “Nadie hablaba de los maestros y la educación”.
Fue en Dubai, la ciudad que habla todos los idiomas menos el de la sobriedad, donde creó el Premio Global al Maestro con una gran fanfarria para que impresione a todos.
La primera ceremonia de entrega del galardón atrajo a líderes mundiales, y algunos de los finalistas llegaron reunirse con el papa Francisco en el Vaticano.
Para Varkey, el mensaje es que la docencia no siempre tiene que ser una “desconocida”.
Carencia de docentes
Sin embargo, en buena parte del mundo en desarrollo el gran problema para las escuelas es que no hay suficientes docentes.
Naciones Unidos ha advirtido que en los próximos 15 años se necesitarán más de cuatro millones de maestros extra en los niveles primario y secundario tan sólo en África subsahariana.
Varkey, quien es embajador de buena voluntad de la Unesco, ha financiado la capacitación de 12.000 profesores en Uganda a través de su fundación y planea ampliar esta cifra a 250.000.
Por cada alumno privado al que se le da instrucción, se ha fijado la meta de educar a otros 100 estudiantes por fuera de las escuelas pagas.
Su grupo también cuenta con una unidad de innovaciones, que experimenta con el uso de nuevas tecnología en el aula para mejorar el proceso educativo o ayudar a los maestros para que puedan llegar a más alumnos.
“La tecnología ha hecho mucho por las otras industrias y creo que la educación se sumará a la lista; es sólo una cuestión de tiempo”, concluye.
Fuente: BBC