El juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa del Distrito Federal, Fernando Silva García, resolvió que la empresa MVS deberá reintegrar a la periodista Carmen Aristegui los pagos y remuneraciones pactados en el contrato macro hasta que se dicte la sentencia de fondo, o bien hasta que termine la vigencia del contrato firmado entre ambas partes.
Como parte de los alcances de la suspensión definitiva que concedió Silva García a la periodista, MVS debe considerar a Carmen Aristegui como parte del equipo de periodistas que trabajan en ese medio hasta que se dicte la sentencia final o termine la vigencia del contrato.
Asimismo, dio un plazo de tres días para que la quejosa y la empresa MVS se sienten a dialogar, con la presencia del mediador José Woldenberg Karakowsky, como se acordó entre las partes.
Al conceder la suspensión definitiva, el juez aclaró que eso no implica que Aristegui sea reintegrada a su espacio informativo; sin embargo, la empresa debe cumplir con el contrato macro.
“Se concede la medida cautelar exclusivamente para que MVS Radio cumpla en sus términos con el contrato marco suscrito por ambas partes en el que acordaron que en caso de conflicto deberían solventar sus diferencias mediante un arbitraje —no de manera unilateral—, considerando que el conflicto se generó, centralmente, por la intervención de MVS Radio en la permanencia de los colaboradores de la periodista”, dijo.
Silva puntualizó que la posibilidad de que Carmen Aristegui continúe en la transmisión del noticiario deberá ser un tema de fondo.
Para ello, el juzgador estudiará de fondo el alcance de la libertad de la empresa frente a la libertad de expresión e independencia de Carmen Aristegui.
El juez explicó que MVS tuvo que informar a la comunicadora las razones por las que daba por terminada la relación laboral de manera clara y objetiva, “puesto que la terminación reclamada únicamente tiende a hacer efectiva la libertad de empresa de la concesionaria, sin considerar el ámbito protegido constitucionalmente respecto a la libertad de expresión”.
Fuente: “Horacero”