La ciudadanía sí ha crecido en el tema de la diversidas sexual, señala.
El dirigente de la organización Red Diversificadores Sociales, Paul Ibarra, dijo que actualmente, a pesar de que San Luis Potosí es un estado “muy conservador”, la ciudadanía potosina ha crecido en cuanto al respeto y tolerancia a la comunidad lésbico gay.
“Hoy en 2015 podemos salir a la calle sin ningún problema de la mano, besarnos en un espacio público, incluso si hay un policía que trata de hacer algún ejercicio de poder contra una pareja del mismo sexo la sociedad responde”, agregó.
Por el contrario, aseguró, a nivel político y de instituciones públicas hay un retroceso “bastante grande”, en donde no se ha escuchado un pronunciamiento de ningún candidato y mucho menos de la gente que está en el gobierno.
“Yo no he visto que el gobernador haga una postura firme respecto al tema, el presidente municipal tampoco lo ha hecho, solo pone cartelitos. Está rebasado totalmente el discurso institucional”, señaló.
Ibarra mencionó que en San Luis Potosí se tiene una sociedad con doble moral, porque todos y todas tienen por lo menos un conocido gay, una conocida lesbiana, un conocido que sea trans y se les trata como cualquier otra persona pues pertenece a nuestra cotidianeidad, porque los conocemos hace mucho tiempo, por ello dijo que a la gente ya no le espanta ver cuestiones de la sexualidad, por lo cual reiteró que el mayor retroceso ha sido institucional.
En cuestión de violencia por homofobia, comentó que ha habido casos extremos, pues dijo que a pesar de que la sociedad ha ido aceptando la diversidad sexual, aún existen personas homofóbicas.
Destacó que hay algunos casos de crímenes de odio en zonas más rurales del estado, aún hay gente radical que golpea brutalmente a una persona gay, pero tiene que ver mucho con personas que no cumplen con un estereotipo.
Lamentó que los crímenes por homofobia no tengan un registro en las instancias correspondientes, dijo que solo se supo de un caso en 2014, pero además destacó que la Procuraduría General de Justicia del Estado no tiene tipificado el delito de “asesinato por homofobia”, por lo cual es muy difícil tener un registro pues la gran mayoría de casos se tipifican como “crímenes pasionales”.
Fuente: Jornada