Pero no es momento de celebrar, dijo Josefina Stubbs, directora del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas.
El número de personas en el mundo que no tiene suficiente para comer ha caído a 795 millones, diez millones menos que el año pasado, dijeron importantes funcionarios de la ONU el miércoles.
Pero no es momento de celebrar, dijo Josefina Stubbs, directora del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas.
“Cerca de 1.000 millones de personas siguen padeciendo hambre, siguen sufriendo”, dijo Stubbs.
Unas tres cuartas partes de quienes no tienen suficiente comida son pequeños granjeros, añadió, e instó a incrementar el apoyo internacional para los productores rurales.
La inversión social, en la cual se incluyen los programas de transferencia de dinero para los pobres y comidas escolares gratuitas, ha ayudado a reducir el hambre en Sudamérica hasta casi alcanzar el nivel cero, dijeron desde la ONU.
En el este y sudeste asiático también se han registrado importantes progresos, según los funcionarios, mientras que en el sur de ese continente todavía van retrasados.
A nivel internacional, 167 millones menos de personas se enfrentan al hambre hoy en día, si comparamos con las cifras de hace una década, según el informe “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2015”.
A pesar de un aumento poblacional, el porcentaje de personas en el mundo que no tiene alimentos suficientes para comer ha caído hasta un 13 por ciento, comparado con el 23 por ciento registrado en 1990, según el informe.
“El crecimiento económico sólo no resuelve el problema del hambre”, dijo José Graziano da Silva, director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO, por sus siglas en inglés). “Necesitamos políticas específicas para abordar esta situación”, añadió.
Como ex ministro brasileño de seguridad alimentaria, a Da Silva se le reconoce haber eliminado prácticamente el hambre en el país más grande de Sudamérica gracias a iniciativas de gasto social, entre ellas programas de transferencia de dinero que sirvieron como subsidio a familias pobres que mantienen a sus hijos en la escuela.
Fuente: MVS Noticias