La Comisión Nacional de Derechos Humanos investiga la ejecución extrajudicial de dos jóvenes en un operativo militar en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el 19 de mayo pasado.
De acuerdo con testigos, los efectivos del ejército atacaron a unos jóvenes que se encontraban parados en el crucero Héroe de Nacataz y asesinaron a Ricardo Daniel Borrego Miguel, a quien le asestaron varios tiros en la nuca.
La joven Diana Calderón Bravo y su amiga Alejandra pasaban por el crucero a bordo de una camioneta cuando vieron los hechos, por lo que Diana aceleró para alejarse del lugar; no obstante, los efectivos las persiguieron y dispararon contra el vehículo. Diana murió tras recibir cinco impactos de bala por la espalda y su amiga resultó lesionada.
“¡La cagamos, son mujeres!”, gritó uno de los uniformados a sus compañeros, luego de acercarse al vehículo y cerciorarse de la presencia de las dos jóvenes, cuando ya había ocurrido la agresión, de acuerdo con el testimonio de Alejandra.
El parte militar describe que en el vehículo de Diana fue hallada un arma de uso exclusivo del ejército. Pero de acuerdo con el presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos Vázquez, los efectivos tardaron tres horas en permitir la entrada otras autoridades, lo que hace suponer que hubo un montaje para justificar la equivocación.
En el operativo también fue detenido el hermano de la joven asesinada, Job Calderón Bravo, de 16 años, quien fue presentado ante el Ministerio Público con armas, municiones y droga.
La madre de ambos, María Guadalupe Bravo, y el ombudsman Ramos Vázquez enviaron una carta el presidente de la República, Enrique Peña Nieto; al titular de la CNDH, Luis González Pérez, y al secretario de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, para denunciar los hechos y exigir su intervención.
Con información de: Emeequis