Es boxeador, está preso y le paga el Metro

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Michael Gabriel Lozada Álvarez, quien forma parte del grupo de pugilistas apoyados por el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo(SNTSTC), Fernando Espino Arévalo, fue detenido desde hace dos meses por nexos con el crimen organizado y, curiosamente, en el reporte de remuneraciones de marzo de 2015, permanece en la nómina del Metro con el cargo de Asistente Administrativo.

El pasado 29 de marzo, Lozada fue aprehendido por la Procuraduría del Estado de México (PGJEM), junto con otros tres sujetos, acusado de formar parte de una célula del cártel de Sinaloa que operaba en la zona norte de la entidad, que se dedicaba a asesinar a integrantes de grupos contrarios en la zona.

El ahora encarcelado por su participación en tres homicidios, fue detenido en Tultitlán junto con Luz Verónica Postigo Ramírez, su hijo Martín Olvera Postigo y Gloria Ameyali Medina.

La PGJEM los ubicó como colaboradores de Francisco Javier Recillas Ríos, alías La Víbora, el líder del cártel de Sinaloa en la entidad.

Aunque los cuatro colaboraron con la Procuraduría para ubicar a La Víbora, éste logró escapar del operativo implementado en Tlalnepantla y desapareció durante semanas, hasta que el 19 de mayo fue capturado, luego de un enfrentamiento en Acapulco, por elementos de la Marina y de la PGJEM.

Como lo publicó El Financiero el viernes pasado, Espino incluyó desde 2010 en la nómina del Metro, a boxeadores, entrenadores y hasta un réferi a cambio de contar con su apoyo en actos proselitistas, eventos para el personal del Metro y acordar contratos para peleas televisadas.

Lozada Álvarez ingresó a la nómina del sistema de transporte a partir del 2 de junio de 2010, y percibía un sueldo mensual cercano a los 10 mil pesos; 7 mil 454 pesos correspondientes a la remuneración bruta, más 2 mil 421 pesos de prestación adicional.

SU DECLARACIÓN

Dos días después de su detención, el 31 de marzo, Michael Gabriel Lozada rindió su declaración ante el Ministerio Público y en ella explicó que desde hace un año empezó a entablar relación con los integrantes del cártel de Sinaloa.

Confesó su participación en tres ejecuciones de distribuidores de grupos delictivos contrarios al de Recillas.

El primero de los homicidios se consumó el 1 de enero de este año, cuando levantaron a Hugo Garduño, en Tlalnepantla.

En la segunda ejecución, una pareja fue interceptada mientras iban caminando por la glorieta de Lago de Guadalupe, en Cuautitlán Izcalli.

“Sujetándola de las greñas mientras Martín le cortó el cuello y una vez que dejó de moverse le cortó la cabeza y la puso dentro de una bolsa color blanca, y los dos cuerpos los embolsamos en las bolsas negras y los subimos a la camioneta para irnos de este lugar”, narró en su declaración el pugilista.

Actualmente se les ha iniciado proceso a los cuatro, quienes además están acusados de cohecho, pues al momento de su detención, ofrecieron dinero a los agentes para que los dejaran escapar.

 

Con información de: El Financiero

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