Profepa cerró empresa responsable, dejando al aire libre montones de contaminante de escoria de plomo.
Habitantes de la comunidad La Esperanza, en el municipio de Villa de Zaragoza, viven expuestos al peligro que representan toneladas de escoria de plomo que se encuentran amontonadas al aire libre, en un predio que hace una semana fue asegurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, sin que a la fecha se hayan realizado acciones para remediar el área.
A decir de personas de la localidad, el predio corresponde a una empresa dedicada al reciclaje de chatarra, para lo cual usaban dos hornos en el que fundían plomo, pero al carecer de permisos oficiales, la Profepa clausuró el negocio y hoy los desechos tóxicos siguen ahí, en el terreno de unos diez mil metros cuadrados, ubicado a menos de 100 metros de las viviendas.
Al dar a conocer la clausura, la dependencia federal informó que también se detectó que la empresa usaba como combustible de los hornos aceite usado, un material altamente peligroso. En un recorrido por el lugar ahora clausurado también se pudo apreciar varios tambos de 200 litros, algunos de ellos todavía con restos del combustible.
Dentro del predio ayer había dos trabajadores cuidando el lugar, quienes laboraban sin alguna medida de seguridad y dijeron desconocer al dueño del sitio, además de reconocer que previo a la clausura en la empresa laboraban al menos seis personas.
Pero desde el cierre impuesto nadie más ha vuelto a remediar el sitio, de acuerdo a la propia Profepa, el plomo y los otros materiales peligrosos contaminan la atmósfera, suelo y mantos freáticos.
El plomo y sus derivados orgánicos e inorgánicos solubles tienen un elevado potencial tóxico y pueden generar daños en la salud, ya que a altas temperaturas se absorbe por la piel y al ser inhalado provoca trastornos digestivos, presión arterial alta y anemia, además de afectar el sistema nervioso, el hígado y riñones.
Fuente: Pulso