La enfermedad se ha diagnosticado a 95 personas y más de 2.800 siguen en cuarentena.
Corea del Sur lucha para contener el reciente brote de Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) que afecta al país y ha provocado una alarma entre la población. El virus se ha cobrado la vida de siete personas, la última una mujer de 68 años que, según las autoridades surcoreanas, sufría además problemas cardíacos desde hace tiempo. La enfermedad se detectó en el país asiático el pasado 20 de mayo a un hombre que supuestamente la contrajo durante un viaje de negocios a varios países de Oriente Medio. Desde entonces, el número de afectados por el síndrome se acerca al centenar y más de 2.800 personas siguen en cuarentena.
La enfermedad tiene unos índices de mortalidad de aproximadamente el 40% y no existe una vacuna que sea efectiva contra ella, aunque para contagiarse se requiere de un contacto muy directo con el enfermo. En el caso del brote en Corea del Sur, sin embargo, este porcentaje se reduce de momento hasta el 8%. Este martes se confirmaron ocho nuevos casos, una cifra menor a los 23 diagnosticados del lunes, y por primera vez dos pacientes fueron dados de alta.
Todos los contagios se han producido dentro de hospitales, principalmente entre los enfermos y los familiares que los cuidan. El virus se detectó en un total de 29 centros médicos del país, muchos de ellos en la densamente poblada capital del país, Seúl. El Ministerio de Salud ha recordado que todos los fallecidos ya padecían otras enfermedades en el momento del contagio y ha considerado que los temores entre la población son “infundados”. “Esta semana puede ser decisiva para superar este brote de MERS. El Gobierno va a movilizar todos los recursos disponibles y el presupuesto que sea necesario para ayudar a erradicar la enfermedad lo más pronto posible”, aseguró el primer ministro interino Choi Kyung-hwan, informa la agencia surcoreana Yonhap.
Aunque contenido dentro de centros médicos, la irrupción de la enfermedad en Corea del Sur ha despertado el miedo al contagio entre la población. Muchos surcoreanos salen a la calle ataviados con mascarillas y se han cerrado 2.200 guarderías y centros educativos. Fuera de sus fronteras, las autoridades de Hong Kong han emitido una alerta a sus ciudadanos para que no visiten Corea del Sur si no es esencial. Más de 12.000 personas que ya habían reservado sus viajes se verán afectados por la decisión. La ex colonia británica es especialmente sensible a las emergencias sanitarias por su alta densidad de población y el recuerdo del brote de SARS del año 2003, que provocó casi 300 muertos y paralizó la ciudad durante meses e hundió su potente economía.
La presidente surcoreana, Park Geun-hye, pidió este martes a los ciudadanos que no reaccionen de forma exagerada al brote del MERS. “Entiendo que la gente esté preocupada, pero también espero que cooperen para asegurar que la actividad económica no se vea afectada”, señaló. Desde el primer caso detectado en 2012, el MERS ha irrumpido en hasta 25 países, la mayoría de ellos en Oriente Medio pero también en Europa o América. Sin embargo, el brote actual en Corea del Sur es el que ha afectado a más personas después de Arabia Saudí, donde se han diagnosticado más de un millar de casos.
Fuente: El País