Tener un perrito es fantástico; van de aquí para allá contigo, ahuyentan intrusos y si los entrenas bien, pueden ser estrellas de cine. Ahora, no todo es majestuoso todo el tiempo, también pueden hacer travesuras.
Regresas de tu casa y descubres que tu libro favorito fue destrozado por tu amigo, o que encontrarás una olorosa sorpresa en tu clóset o tal vez que tu muchacho no se aguantó y se hizo popó en tu cama.
¿Qué procedes a hacer? Regañarlo, obvio, eso no se hace y quien lo hace, es un chico malo, malo, malo.
¿Ellos sienten remordimiento? Sí y mucho, para ejemplificarlo, les tenemos una bonita galería de perritos mostrando mucho arrepentimiento después de ser regañados por alguna travesura:
Fuente: Sopitas