El diario El Universo se ha declarado en resistencia ante la Superintendencia de la Comunicación de Ecuador (Supercom). El viernes pasado, este órgano le sentenció a pagar el 10% del promedio de su facturación trimestral, unos 350.000 dólares (la cifra más alta que se ha pedido a un medio por incumplir la Ley de Comunicación), por no publicar íntegramente un texto de la Secretaría de Comunicación (Secom). Esta entidad, que decide las directrices de comunicación del Gobierno, cuestionó una investigación del periódico publicada el 22 de marzo sobre la deuda por 1.700 millones de dólares que tiene el Estado con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). El Secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, negó esta información y pidió que se publicara una rectificación con el siguiente titular: “El IESS ha progresado y mejorará aún más en los próximos años”. El rotativo se negó a cumplir el pedido por considerarlo “una intromisión editorial”, y, aunque publicó la aclaración enviada por la Secom, colocó un título propio: “Secom pide réplica para el ministro Patricio Rivera, respecto al IESS”.
La defensa de El Universo ya sabía lo que se venía, por esto cuando fue citada el pasado 5 de junio por el órgano de control mediático abandonó la audiencia y anunció la resistencia. “La Secom mandó la réplica diagramada y titulada, pero la ley [de Comunicación] no habla de eso y cuando la Supercom lo admitió a trámite, nosotros dijimos que era una barbaridad. Desde allí sabíamos que estábamos entrando a una falta del debido proceso”, dice el subdirector del periódico, César Pérez, quien también se queja de que el superintendente de la Comunicación no acuda nunca a las audiencias. “El señor que es el juez de los medios no quiere escuchar nuestros argumentos, no hay inmediación posible”.
El Universo ya pagó una multa de unos 90.000 dólares por publicar una caricatura de Xavier Bonilla (Bonil) que no se pegaba a la realidad, según la Supercom. Este caricaturista se convirtió en el primer juzgado por la Ley de Comunicación. Los pedidos de rectificación han sido constantes desde entonces —todos publicados—, pero ahora el Estado pide la intervención de la Supercom para que dictamine que las aclaraciones se publiquen en el mismo espacio que las notas originales y que sean los demandantes quienes redacten y diagramen los contenidos.
El diario guayaquileño ya recibió un pedido así y tampoco se doblegó a publicar el titular. Por eso ahora le acusan de reincidencia, lo que ha elevado la multa. Pérez asegura que tenían que declararse en resistencia: “Son 94 años que tiene el diario, no tenemos otra que resistirnos por respeto a los ecuatorianos, hoy nos imponen titulares y luego serán noticias como ya lo intentaron hacer con el diario La Hora”.
Fuente: El País.