Unión Democrática de Cataluña decidió salir del gobierno regional al oponerse a los planes secesionistas de su socio, Convergencia Democrática de Cataluña, que hoy hizo oficial la ruptura.
El debate sobre la independencia de Cataluña provocó hoy la ruptura de la histórica coalición nacionalista conservadora CiU por las discrepancias del ala más moderada con los planes secesionistas del presidente regional y líder del partido Artur Mas.
“Hay una discrepancia de fondo sobre el proyecto político (…) el proyecto político de CiU se ha acabado”, dijo Josep Rull, el coordinador general de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), la formación de Mas, oficializando la ruptura, un día después de que sus socios minoritarios de Unión Democrática de Cataluña (UDC) anunciaran su salida del gobierno regional.
Los dos partidos, aliados desde 1978, se habían ido distanciando, cuando CDC evolucionó de su nacionalismo moderado hacia un claro independentismo y Mas anunció elecciones en septiembre para sustituir el referéndum de autodeterminación rechazado por el gobierno español.
UDC “nos ha dicho que van a representar el sí-no”, (“Sí” a un Estado catalán, pero “No” a la independencia), contrariamente a Convergencia, que en un referendo de autodeterminación abogaría por un “Sí-sí”, explicó Rull.
En caso de que los partidos proindependencia ganen los comicios del 27 de septiembre, el presidente se comprometió a iniciar un proceso de 18 meses de negociación con Madrid y la Unión Europea que debe culminar con un referéndum para certificar la secesión de esta potente región nororiental.
Pero UDC, tradicionalmente más moderada, se desmarcó el domingo de esta postura elaborando un plan alternativo, llamando a reanudar el diálogo roto con el gobierno español y pidiendo respetar la ley, que impide a las regiones celebrar referéndums.
La crisis se agudizó el miércoles cuando los nacionalistas moderados anunciaron su salida del gobierno regional y CDC, en una reunión presidida por Artur Mas, decidió la ruptura anunciada hoy.
“Convergencia inicia una nueva etapa y queremos explicar a la ciudadanía de Cataluña que nuestro compromiso con la independencia es muy serio”, dijo Rull, llamando a un “proceso de separación amistosa, sin dramatismos”.
Según una fuente de ERC (izquierda independentista), una formación que ha estado aliada con Mas, la ruptura sería benéfica para este último, al permitirle “limpiar la casa para el 27 de septiembre” sin las ambigüedades nacionalistas del líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, opuesto a la secesión de la región.
Desde el entorno presidencial se coincide en que el líder democristiano, un histórico y poderoso político regional, restaba demasiados votos entre los sectores más nacionalistas por lo que debía ejecutarse el divorcio antes de los comicios de septiembre.
El sábado, Mas dará el pistoletazo de salida a la precampaña de estas elecciones en un acto donde presentará las líneas maestras de su candidatura, en la que quiere incluir destacadas personalidades de la región y disminuir el protagonismo de su partido, desgastado por numerosos casos de corrupción.
Fuente: Milenio.