La trabajadora de la prisión de alta seguridad de Clinton en Dannemora había discutido con ambos un plan para asesinar a su marido, según reveló un fiscal de distrito del condado.
Una trabajadora de la prisión acusada de ayudar a que dos asesinos convictos escaparan de la cárcel de máxima seguridad, había discutido con ellos sobre un plan para matar a su esposo, confirmó el miércoles un fiscal de distrito.
El fiscal de distrito del condado de Clinton, Andrew Wylie, señaló en conferencia de prensa que Joyce Mitchell habló con los presos Richard Matt y David Sweat sobre la posibilidad de que mataran a su esposo, Lyle.
Tanto Joyce Mitchell como Lyle Mitchell trabajan en la prisión de Clinton en Dannemora. En tanto, la policía estatal expandió la búsqueda de los asesinos más allá del área boscosa de 25.7 kilómetros (16 millas) cuadrados, donde se ha intensificado.
Las autoridades informaron que el número de agentes involucrados en la búsqueda se ha reducido de más de 800 al inicio de la semana a más de 600 el miércoles. Se han retirado los retenes en los caminos rumbo a Dannemora, y se agregaron más patrullas a la zona alrededor de la prisión.
Sweat y Matt escaparon de la prisión de 170 años de antigüedad y ubicada cerca de la frontera canadiense el pasado 6 de junio. Sweat, de 35 años, cumplía cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por asesinar a un policía. Matt, de 48 años, cumplía una condena de 25 años a cadena perpetua por el secuestro, tortura y desmembración de su ex jefe.
Joyce Mitchell está acusada de ayudar a la fuga de los asesinos al brindarles sierras, cinceles y otras herramientas. El martes recibió la visita de su esposo en la cárcel. El jefe de policía del condado Clinton, David Favro, describió que la acusada “mantuvo la compostura” durante la visita.
Los fiscales señalan que Mitchell, una instructora en el taller de sastrería que había hecho amistad con los reclusos, había acordado ser la conductora de fuga, pero se retractó porque aún amaba a su esposo y se sentía culpable de participar.
Lyle Mitchell llegó acompañado de su abogado la tarde del miércoles a las barracas de la policía estatal en Malone para hablar con ellos, reportó el diario Press-Republican de Plattsburgh. Los investigadores no cuentan con información de que Lyle Mitchell supiera de la fuga o participara en ella, de acuerdo a Wylie.
Joyce Mitchell fue acusada la semana pasada de proveer contrabando, incluyendo un martillo y un desarmador, a los dos presos. Se declaró inocente. Está suspendida sin goce de sueldo de su empleo por el que percibe 57 mil dólares anuales como supervisora de reclusos que cosían ropa y aprendían a reparar máquinas de coser.
Las autoridades informaron que los convictos utilizaron herramientas eléctricas para abrirse paso en la parte trasera de sus celdas adyacentes, abrieron una pared de ladrillos y luego un conducto de vapor, por el cual se deslizaron, para salir del perímetro de la prisión.
Wylie dijo que aparentemente utilizaron herramientas almacenadas por los contratistas de la cárcel, asegurándose de devolverlas a las cajas de herramientas luego de hacer uso de ellas cada noche.
Fuente: Milenio.